La población responde a la batalla contra la gripe: en sólo un mes se supera la cifra de la última campaña en CyL
S. Calleja
La población de Castilla y León ha respondido a la llamada de las autoridades sanitarias para vacunarse frente al virus de la gripe e intentar reducir el posible impacto gripal en plena pandemia por el nuevo SARS-CoV-2, debido a la coincidencia temporal de ambas enfermedades respiratorias que en pacientes en riesgo de complicaciones derivadas de la gripe podrían ver comprometida su evolución clínica.
En tan sólo un mes, entre el 13 de octubre y el 15 de noviembre, los centros de salud ya han vacunado a 550.291 personas en la Comunidad, por encima de las 409.097 con que se cerró la última campaña. A ello se une que en el caso de las mujeres embarazadas la cifra ha crecido en un 40 por ciento, con 5.264 frente a las 3.771 con que se cerró el último año.
Los datos del Registro de Vacunaciones de Castilla y León a los que ha tenido acceso Ical arrojan una alta tasa de cobertura en los grupos de riego y colectivos diana, como el de profesionales sanitarios, uno de los hándicaps habituales ya que los porcentajes de cobertura suelen ser muy bajos. A falta de conocerse el dato oficial, fuentes de la Consejería de Sanidad explican a Ical que ha experimentado una alta demanda respecto a campañas anteriores, cuando los objetivos se fijaban en alcanzar tasas el 40 por ciento y era difícil superar la del 30 por ciento. En esta están en el 75 por ciento.
En el caso de las embarazadas, otro de los grupos en los que inciden, 5.264 ya se han vacunado, frente a las 3.711 de hace un año, lo que arroja un repunte del 39,59 por ciento. Esto supone una cobertura de más del 50,37 por ciento, ya que la población diana es de 10.451. Se trata de 14 puntos en sólo un mes con respecto al grado de cobertura de la campaña 2019-2020, que se cerró con el 36,08 por ciento.
Del mismo modo, existen altos grados de cobertura por encima del 50 por ciento en mayores de 60 y 65 años. En concreto, ya han sido inmunizados 399.679 mayores de 60, el 51,48 por ciento de esta población, también por encima del grado de cobertura de hace un año, que fue del 42,97 por ciento, con 333.588 inmunizados. En el grupo de mayores de 65, se alcanza el 57,76 por ciento, con 351.470 vacunados, que son también más que los del total de la pasada campaña, cuando fueron 300.480, el 49,38 por ciento. En personas menores de 60 años que forman parte de grupos de riesgo, se han registrado 128.279 vacunaciones, y al cierre del 15 de noviembre, se había vacunado un 21,91 por ciento de la población de la Comunidad, también por encima del 17,05 por ciento del año pasado.
De las 550.291 personas que se han vacunado, la mayor parte se corresponde con las provincias de Valladolid (104.374) y León (100.947), seguidas por Burgos (76.198) y Salamanca (74.624). En Ávila, se han vacunado 43.784 personas; en Palencia, 39.393; en Segovia, 38.218; mientras que en Soria la cifra se eleva a 23.175, y en Zamora, a 47.372.
Sin fecha límite
La previsión de la Consejería de Sanidad es que se consuma buena parte de las 979.070 dosis con que cuenta Castilla y León para hacer frente a la campaña que este año no tiene fecha límite, por lo que se podrá acceder a la vacuna hasta que las condiciones epidemiológicas así lo determinen. La voluntad de Salud Pública es que se vacune toda la población que se considera diana para prevenir complicaciones y no sumar “ni más riesgo, ni más presión al sistema”, en palabras de la titular de este departamento, Verónica Casado.
También, debido a que muchos de los síntomas de las dos patologías, no se distinguen, y por el gran impacto que ya de por sí tiene la gripe. El año pasado provocó 27.700 hospitalizaciones, 1.800 ingresos en UCI y 3.900 muertes, y la vacuna evitó un 26 por ciento de los ingresos, un 40 por ciento en UCI, y rebajó un 37 por ciento la mortalidad.
Novedades
Aunque lo habitual es que la campaña arranque a principios de noviembre, el actual contexto pandémico por la COVID-19 llevó a la Consejería a adelantar las fechas al 13 de octubre, siguiendo las recomendaciones adoptadas por el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud.
Los objetivos de este año pasan por alcanzar una ambiciosa tasa de cobertura del 75 por ciento en mayores de 65 años y entre el personal sociosanitario, así como superar el 60 por ciento en mujeres embarazadas.
Este año se ha incluido una vacuna tetravalente con alta carga antigénica, destinada a residentes institucionalizados, con prioridad para las personas de 75 o más años y con la que se vacuna este colectivo en centros y residencias socio sanitarias. A este tipo se suma la vacuna tetravalente, recomendada para personas de hasta 64 años; y la vacuna trivalente adyuvada, dirigida mayoritariamente a la población a partir de los 65 años.
Además, este año también se ha incluido entre los grupos de riesgo a todos los docentes y trabajadores de centros educativos, además de los profesores de Educación Infantil y guarderías para los que ya estaba indicado; junto a la vacunación de mujeres durante el puerperio, que no habían recibido la vacuna en el embarazo, y la recomendación a personas con hipertensión arterial aislada.
Del mismo modo, se recomienda además de a los mayores de 60 años, a los profesionales sanitarios y sociosanitarios y otros colectivos esenciales para la comunidad, así como a todos aquellos, también niños, que convivan con personas con patologías graves, o a las que puedan contagiar, como puede ocurrir con los niños que pasan tiempo con sus abuelos.
Tres millones de inversión
Para este programa, la Consejería destina 3,12 millones, cantidad que se divide entre los 1,87 millones de euros correspondientes a la vacuna antigripal de inmunogenicidad reforzada y 1,24 millones de euros de las dosis tetravalentes.
Con el lema ‘Una vacuna más, una gripe menos’, la Consejería de Sanidad quiere reforzar este año el convencimiento social de que la vacunación antigripal no sólo es una vía de protección individual sino que se confirma año tras año como elemento fundamental para el cuidado de la salud colectiva, más aún en la situación pandémica actual con la coexistencia de ambas patologías respiratorias.
Voluntaria y gratuita
La vacunación frente a la gripe es voluntaria y gratuita para las personas que así lo tienen recomendado por ser mayores de 60 años, por su pertenencia a grupos de riesgo sanitario o social y formar parte de otros grupos de interés para la Comunidad.
Desde Sanidad, se pide acudir a los centros de salud de forma escalonada y siempre mediante cita previa en el correspondiente centro de salud, consultorio local o punto de vacunación habitual. Esa cita previa estará disponible vía telefónica, llamando al centro de salud correspondiente y también a través de la app ‘Sacyl Conecta’ y en la página web de Salud Castilla y León.
Grupos recomendados
La vacunación antigripal es primordial para los enfermos crónicos, por cuanto les protege de los posibles agravamientos y complicaciones que, en sus patologías de base pueda causar la gripe, por lo que es fundamental que se inmunicen ante la enfermedad.
Los grupos de riesgo sanitario que tienen recomendada la vacuna antigripal son los mayores de 60 años; las personas adultas y los niños mayores de seis meses que padezcan enfermedades crónica, ya sean pulmonares, cardíacas, renales, hepáticas, oncológicas, neuromusculares graves, diabéticos, hipertensos, inmunodeprimidos, hemofilia y trastornos hemorrágicos crónicos, receptores de hemoderivados y transfusiones múltiples, fístula de líquido cefalorraquídeo, enfermedad celíaca, enfermedad inflamatoria crónica, entre otras.
También, está indicada en personas con discapacidad y/o déficit cognitivo; pacientes crónicos de cualquier edad institucionalizados; niños y adolescentes de entre seis meses y 18 años que reciban tratamientos prolongados con ácido acetilsalicílico, por la posibilidad de desarrollar el síndrome de Reye tras la gripe.
También, se dirige a personas con obesidad mórbida -índice de masa corporal superior a 40-; niños entre los seis meses y los dos años de edad con antecedentes de prematuridad menor de 32 semanas; y gestantes, en cualquier momento del embarazo, y mujeres durante el puerperio, si no se han vacunado durante el embarazo.
La vacunación se estima necesaria también para residentes de cualquier edad en instituciones -geriátricos y de asistencia a enfermos crónicos, disminuidos psíquicos, etc.-; trabajadores de centros sanitarios; personas que puedan transmitir la gripe a pacientes de riesgo: trabajadores de centros asistenciales de mayores, trabajadores sociales de similar dedicación -atención a crónicos-; cuidadores y convivientes con personas de riesgo; estudiantes en prácticas en centros sanitarios; servicios esenciales para la Comunidad (bomberos, cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado, Protección Civil, etc.); trabajadores de granjas y mataderos de aves y otros relacionados con el medio ambiente; y personal de centros educativos en cualquier nivel de enseñanza.