Los hospitales de Castilla y León se enfrentan a su peor época con casi 2.500 ingresos por COVID en solo dos semanas
La curva de los hospitales asusta y todavía no tiene fin. La verticalidad de los ingresos, solo detenida en los últimos días por el número de altas y fallecidos, parece no acabar nunca y, ciertamente, con los números actuales de contagios parece poco probable.
En la segunda ola quedó definido que alrededor de 1.000 contagios en la comunidad suponían un aumento en los hospitales. Por debajo de esto, en cuestión de números de ingresos, parecía sobrellevarse la presión asistencial en los centros. Pues bien, son muchos días ya de más de 2.000 contagios diarios, e incluso 3.000 en alguna ocasión, que están llevando a los hospitales a una situación crítica.
No en vano, según los datos que aporta la Junta de Castilla y León, hasta un total de 2.454 personas han ingresado en alguno de los 14 centros de la comunidad en las dos últimas semanas. Eso solo en planta, a lo que habría que sumar los enfermos en UCI, que preocupan todavía más ante la escasez de camas y de personal.
Estos ingresos han provocado que se haya pasado de 500 ingresados el 10 de enero a los 2.001 actuales en planta. Se ha multiplicado por cuatro en menos de tres semanas y lo peor es que los datos de ingresos diarios no marcan todavía una reducción. En el último día, por ejemplo, hubo 214 ingresados, siendo la quinta vez que se superan los 200 en las dos últimas semanas. Así, pese a las más de 200 altas y los 30 fallecidos en el hospital de ayer, la curva sigue subiendo.
Como se decía anteriormente, solo las altas, que han subido ante el mayor número de ingresados, hace que el ascenso de hospitalizados no siga siendo tan exponencial y si se compara semana por semana se destaca que del 18 al 25 hubo hasta 800 ingresos más en los hospitales, muy superior a los 500 de la anterior. Sin embargo, desde el 18 al 21 fueron más de 350 por los 150 del mismo periodo de esta semana.
Aún con todo, el problema principal se encuentra en las UCI, muchas de ellas ya sobrepasadas. No en vano, este jueves, la consejera de Sanidad, Verónica Casado, ya informaba de la necesidad de la reducción de cirugías y la eliminación de consultas externas por los desbocados números de enfermos de coronavirus. Muchos quirófanos ya son utilizados para enfermos críticos de Covid y ello lleva a un problema que escapa de la propia pandemia, como son el resto de enfermedades.
Y es que las UCI, cuyo reflejo en número llega después del crecimiento en planta, tenían el 4 de enero 140 enfermos. Una semana después el número no había cambiado pese a que los hospitalizados ya marcaban una tendencia ascendente. En la siguiente semana ya hubo 23 ingresados más, mientras que del 18 al 25 el número fue de 86. Un crecimiento enorme. Al igual que en los hospitalizados en planta, extrapolando los números del 18 al 21 y del 25 al 28 para conocer el camino, hubo 24 contra los 27 de esta semana, una cifra que, por tanto, tiende a crecer con hospitales al 179% de su capacidad inicial como el Río Hortega o El Bierzo y hasta nueve de los 14 ya igualan o superan el 100%. Además, sobre las camas habilitadas actuales, el Río Hortega cuenta ya con el 94% ocupado y El Bierzo con el 89% y el resto ronda el 80%.
Para ponerlo aún más en perspectiva. Los 2.001 ingresados en la planta de los hospitales suponen ya más que los que hubo en la segunda ola y se acercan a los de la primera, cuando se llegó a 2.358, número que a buen seguro se superará. En el caso de las UCI, los 288 actuales también se acercan a los 353 de la primera ola. El descenso de contagios que llegará ante la caída del número reproductivo debe ser igual de vertiginoso que la subida.