Ellos han sido, son y serán esenciales, y aunque los aplausos han dejado de sonar a las 8 de la tarde, el personal sanitario sigue al pie del cañón en Castilla y León todos los días. Eso sí, la sexta ola también les está afectado de lleno y en estos momentos son 1.009 profesionales de la salud los que se encuentran contagiados o en aislamiento, o lo que es lo mismo, más de un 2% de una plantilla formada por más de 44.000 empleados.
Una situación de baja que se suma a la de vacaciones. Ante esto la Consejería de Sanidad ha solicitado a las gerencias territoriales la tramitación de planes de contingencia, ya que tiene “una importancia tanto cuantitativa como cualitativa”, según ha comunicado el consejero de Sanidad, Alejandro Vázquez, tras la rueda de prensa posterior el Consejo de Gobierno.
Vázquez ha reconocido que existe una preocupación y por eso se ha pedido a las gerencias la monotorización de las plantilla y contar con planes de contingencia por si la situación empeora y para garantizar la asistencia. Eso sí, las vacaciones y los descansos no se tocarán, “siempre que no se condicione el sistema sanitario”, ha matizado.
Jubilados y contratos eventuales
Al igual que otras comunidades, Castilla y León está reclutando a personal jubilado para ayudar en las labores. Además, ha anunciado que se intenta evitar la jubilación en este momento de los que la tenían en ciernes, por lo que se ha dado la orden de no prescindir del personal con contratos eventuales.