Primero fue la pandemia del coronavirus, y ahora ha llegado (y parece que por algún tiempo) la viruela símica o también llamada viruela del mono. Esta nueva cepa del virus era más bien rara y se produce por la transmisión de animales a humanos a través del contacto con sangre, fluidos corporales o las lesiones de los animales infectados.
Sin embargo, en la actualidad la viruela símica se ha extendido en el contacto persona a persona, y se transmite por contacto estrecho con secreciones de las vías respiratorias o las lesiones cutáneas de alguien contagiado. Por el momento, el factor de riesgo más conocido es el contacto físico estrecho, pero la OMS informa de que aún no hay ningún estudio que confirme la transmisión sexual.
Esta no tan nueva enfermedad tiene una incubación de una a dos semanas, aunque puede aparecer hasta en la tercera semana desde el contacto. Entre los síntomas iniciales destacan la fiebre, un intenso dolor de cabeza, así como en los músculos y falta de energía. Sin embargo, el rasgo distintivo de esta enfermedad son las erupciones cutáneas que se concentran en el rostro y las extremidades, especialmente en las mucosas orales, la cara, palmas de las manos y plantas de los pies, informa la Organización Mundial de la Salud.
Respecto a su relación con la viruela común, este virus es muy semejante a la del mono, aunque fue erradicada en 1980. La conocida viruela por Orthopoxvirus, es decir, la común se contagiaba con alta facilidad y según afirma la OMS aproximadamente el 30% de los pacientes fallecían a causa de la enfermedad.
Con la campaña mundial de vacunación contra la viruela se consiguió erradicar la epidemia de esta grave enfermedad, por lo que solo las personas que nacieron antes de 1980 están vacunadas contra esta cepa, y el último caso ocurrió en 1977.
Han pasado 40 años desde que se erradicara la viruela, y es ahora cuando ha proliferado los contagios por la símica. Debido a su similitud con la enfermedad común, la OMS ha concluido que los vacunados contra la viruela tienen cierta inmunidad contra este nuevo virus, por lo que los nacidos desde 1981 son más susceptibles a la infección por viruela del mono.
¿Cómo saber si estoy vacunado de viruela?
La respuesta, además de en la cartilla de vacunación, se encuentra en la piel de hombro. Según informa el manual médico MSD en su versión para el público general, para proceder a la vacunación el médico pinchaba rápidamente en una pequeña superficie unas 15 veces con una aguja específica para esta vacuna.
Luego la zona se vendaba para evitar que la infección se extendiera a otras partes del cuerpo y se consideraba efectiva si a los 7 días se desarrollaba en la zona una pequeña ampolla en la piel. De ahí que al ver el hombro de aquellos que fueron vacunados se observa una cicatriz de forma ovalada en la zona donde fue aplicada.
Falta de vacunas contra la viruela del mono
La vacunación resulta esencial para la prevención y el control de enfermedades, haciendo frente a los síntomas más graves, sin embargo, como ya ha informado EL ESPAÑOL, las dosis adquiridas hasta el momento, 12.000, son totalmente insuficientes. En especial preocupa esta carencia para las personas de alto riesgo como niños, embarazadas o inmunodeprimidos.
También resulta insuficiente para el personal sanitario y de laboratorio, que se ven cara a cara con pacientes y muestras de viruela del mono. En definitiva, hay un número mucho más alto de candidatos para un número tan bajo de dosis de vacunación.