La noticia de la situación de embriaguez de la cirujana de la plaza de toros de El Burgo de Osma ha corrido como la pólvora. La profesional sanitaria que tenía que atender en el primer festejo taurino de la feria de soriana había dado positivo minutos antes de celebrarse la corrida. Ante esto, El Defensor del Paciente, a través de su presidenta Carmen Flores, ha remitido un escrito al presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, y al consejero de Sanidad, Alejandro Vázquez, para reclamar controles de alcoholemia a todo el personal sanitario que esté tratando a pacientes de forma rutinaria.
Ante esta situación, solicita que se hagan controles a todos los trabajadores que directamente estén tratando a los pacientes de forma rutinaria , cámaras en los recintos donde están actuando quirófanos. Por ejemplo, “para los que tienen un trabajo de riesgo y ni pueden ni deben beber una gota en sus lugares de trabajo no entendemos porque en la cafeterías de los hospitales se permiten las bebidas alcohólicas para ingerir en ella o comprarlas”.
“Es curioso que se prohíban bebidas alcohólicas en los festejos y resulte que la prohibición no es para todos. La tasa de alcohol de esta señora no es casual ¿Cuántas veces lo ha hecho?”, ha cuestionado en un comunicado remitido a este medio.
Flores asegura que “al igual que defendemos contratos de dedicación exclusiva, con sueldos al nivel europeo y trabajo de 40 horas semanales del mismo modo la responsabilidad del control en su trabajo, no podemos imaginar a trabajadores de alto riesgo hacer su trabajo borrachos”.