La vacunación frente a la gripe y Covid-19 arrancará el martes en Castilla y León entre las personas institucionalizadas y una semana después, el 10 de octubre, llegará la antigripal a la población general en los grupos recomendados. Para esta campaña 2023-2024, la Consejería de Sanidad contará con 805.500 dosis de vacunas frente a la gripe, al incluir este año las recomendaciones que se administre para la población infantil de seis a 59 meses y las personas fumadoras.
La vacunación comienza esta semana entre los institucionalizados después de que la Comunidad haya recibido del Ministerio de Sanidad algo más de 400.000 dosis. Su administración correrá a cargo de los profesionales sanitarios de cada área de salud de Castilla y León, que acudirán a estas instituciones para administrar ambas vacunas. Se aprovechará su presencia para vacunar a los profesionales que allí trabajan.
El personal sanitario y sociosanitario podrá vacunarse frente a ambas vacunas en sus centros de trabajo, a través de los servicios de salud laboral de referencia. Para el resto de la población de 60 años y más años o menor de 60 años con factores de riesgo, se establecerán los lugares donde podrán vacunarse y el modo de citación en cada área de salud, de acuerdo con sus circunstancias sociales, poblacionales y sanitarias, entre otras.
La cita para la vacunación podrá solicitarse tres días antes del 10 de octubre a través de los canales habituales como App Sacyl Conecta, número de teléfono de su centro de salud y en el Portal de Salud de Castilla y León. El grueso de la campaña tendrá lugar en octubre, noviembre y la primera quincena de diciembre aunque los centros de salud siempre tienen un remanente de vacunas para quien desee vacunarse más tarde.
Grupos de riesgo
En lo referente a la gripe, la campaña irá dirigida a los grupos de población con mayor riesgo de complicaciones en caso de padecer la infección por gripe y a las personas que pueden transmitirla a otras con un alto riesgo de complicaciones. La vacuna está recomendada para personas de 60 años o más; de cinco años o más internas en centros de discapacidad y residencias de mayores, así como otras personas institucionalizadas de manera prolongada y residentes en instituciones cerradas.
También, se dirige a menores de 60 años con las siguientes condiciones de riesgo como diabetes mellitus y síndrome de Cushing, obesidad mórbida, enfermedades crónicas cardiovasculares, neurológicas o respiratorias, incluyendo displasia broncopulmonar, fibrosis quística y asma, como receptores de hemoderivados y transfusiones múltiples, asplenia o disfunción esplénica grave, enfermedad hepática crónica, incluyendo alcoholismo crónico, enfermedades neuromusculares graves, inmunosupresión, incluidas las inmunodeficiencias primarias y la originada por la infección por VIH o por fármacos, así como en los receptores de trasplantes y déficit de complemento.
También, se dirige a cáncer y hemopatías malignas, fistula de líquido cefalorraquídeo e implante coclear o en espera del mismo, enfermedad celíaca, enfermedad inflamatoria crónica, trastornos y enfermedades que conllevan disfunción cognitiva; síndrome de Down, demencias y otras), además de a embarazadas en cualquier trimestre de gestación y mujeres durante el puerperio (hasta los 6 meses tras el parto y que no se hayan vacunado); personas convivientes con otras con alto grado de inmunosupresión; además de aquellas que trabajan de centros sanitarios y sociosanitarios, junto a los que se incluyen en servicios esenciales, tales como agentes de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, bomberos, Protección Civil.
Sacyl descarta la vacunación contra el Covid a la población en general, sin patología de riesgo y por debajo de los 60 años. Solo se plantearía otro escenario de aparecer una variante de alta patogenicidad, algo que es “altísimamente improbable” al precisar que los virus suelen evolucionar hacia formas más leves.