235 médicos que no tienen la especialidad de Medicina Familiar han sido contratados por la Consejería de Sanidad en Castilla y León. Lo hacen porque no queda otra, es decir, porque no hay personal. Un problema presente en todas las especialidades y en todas las comunidades. El consejero de Economía y Hacienda y portavoz, Carlos Fernández Carriedo, lo ha justificado porque “la alternativa sería cerrar consultorios”, así de claro. Son varios los sindicatos que han criticado e incluso han amenazado con acudir a los tribunales por esta situación.

A estos 235 médicos, hay que sumar otros 231 profesionales a los que se ha prolongado el servicio activo y 58 más que cuentan con la aprobación de la jubilación activa, lo que permite a la Comunidad disponer de 524 médicos adicionales a los que habría. Unos datos que ha ofrecido el portavoz de la Junta justo después de la reunión del Consejo de Gobierno. Carriedo ha querido aclarar que esta contratación de personal sin tener la especialidad está “dentro de lo legal”. Y pese a estas contrataciones, Castilla y León sigue teniendo déficit de profesionales de la medicina. Ocurre con los médicos de familia, y esto supone un riesgo de que muchos consultorios locales queden sin atender. Ante esta situación, se han contratado a médicos sin especialidad “para dar solución al problema, porque la alternativa es no tener médico”.

Esta falta de profesionales es uno de los temas que van a solicitar al Gobierno central que se mejore. Se enviará una carta a la nueva ministra de Sanidad, Mónica García, para aumentar la convocatoria más amplia de MIR y facilitar la convalidación de títulos del exterior. No es algo nuevo, es algo que desde la Junta se lleva insistiendo a Pedro Sánchez con los cinco ministros que ha tenido en el tiempo que lleva gobernando. “Esperemos que con la sexta ministra tengamos más suerte para resolver el problema de la falta de profesionales”.

 

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