Los medicamentos son un aliado fundamental en nuestras vidas, siempre bajo supervisión médica. Nos evitan males mayores y nos ayudan a afrontar las enfermedades con las mejores respuestas. Pero es importante saber que sobre ellos actúan multitud de factores. Uno de ellos, aunque hasta ahora la sociedad no lo tenía muy en cuenta, es la alimentación. En función de lo que comamos, nuestro tratamiento funcionará en mayor o menor medida.
Hoy, en EL ESPAÑOL - Noticias de Castilla y León, hablamos con José Manuel Santana, farmacéutico en Aldeamayor de San Martín y vocal de Alimentación del Colegio Oficial de Farmacéuticos (COF) de Valladolid. El experto nos explicará algunas de las pautas que tenemos que tener en cuenta a la hora de tomar alguno de estos medicamentos y conocer que tipo de alimentación o acciones deberemos llevar a cabo.
Precisamente, con el objetivo de formar a los farmacéuticos de todo el país, desde el Consejo General de Colegios Farmacéuticos (Congral) se ha elaborado la Campaña de Interacciones Medicamentos-Alimentos, donde el propio Santana ha trabajado para su divulgación.
"Se está haciendo en todas las farmacias para que conozcan en detalle y puedan hacer una mejor atención de cara a las interacciones medicamento-alimento", explica el vocal del COF de Valladolid, que resalta que se ha editado un libro que ha sido "una novedad".
El experto farmacéutico relata que "ciertos componentes" pueden interactuar en la absorción de los medicamentos. Por ejemplo, el paracetamol llama la atención que sea más recomendable tomarlo en ayudas y, en caso de comer algo, se recomienda evitar alimentos ricos en hidratos de carbono o pepsina, como es en este último caso lo que ocurre con la manzana o la pera. "Limitan la absorción del paracetamol y pueden variar la dosis efectiva que estás consumiendo", pone de manifiesto Santana.
También encontramos ejemplos en los suplementos de hierro, que, al igual que el paracetamol, es mejor consumirlo con el estómago vacío o, en su defecto, con alimentos que contengan vitamina C como es el caso del kiwi o el zumo de naranja. Asimismo, está desaconsejado juntarlo con un vaso de leche. Esto se debe a que el hierro se liga al calcio y no se absorbe. "Las interacciones pueden ser tanto para mejorar la absorción o disminuirla, incluso muchas veces hasta se podrían provocar intoxicaciones", avisa.
Otros medicamentos como el acenocumarol, un anticoagulante muy común, es preferible evitar tomarlos con alimentos que contengan vitamina K como las lechugas, espinacas o repollo. También se desaconsejan las acelgas, castañas, mango o ajo, además de alcohol.
Uno de los más comunes en nuestro día a día, especialmente para cualquier dolencia muscular o en la cabeza, es el ibuprofeno. Para su consumo, también es importante tener en cuenta ciertas pautas. Es habitual que algunas intoxicaciones y problemas estomacales a raíz de tomar este medicamento se provoquen porque nos lo suministremos cuando "me duele la cabeza y me lo tomo ahora", sin antes haber comido nada. Así, para evitar estas situaciones, Santana relata que es importante comer alimentos sólidos y densos para proteger la mucosa gástrica.
Los efectos de los alimentos en los antibióticos
La fibra, el calcio, alimentos con hierro como la carne de ternera o los mejillones pueden disminuir el efecto de algunos antibióticos. Por ejemplo, entre los distintos tipos, con los quinolonas es preferible evitar el consumo de lácteos entre una y dos horas después de tomar el antibiótico. Esto se debe a que reducen la biodisponibilidad del ciprofloxacino y el norfloxacino y, por tanto, reducen su eficacia.
Otros más comunes como la amoxicilina no registran alteraciones al tomarla de forma conjunta con alimentos. Dentro de las penicilinas también destacan las amplicinas, la cual recomiendan tomarla una hora o dos antes de las comidas, pues los alimentos pueden retrasar la absorción del fármaco.
Alimentos o plantas medicinales que parecen ser inofensivas también pueden tener una importante relevancia a la hora de su interacción con los medicamentos. Por ejemplo, Santana ejemplifica esto con la famosa hierba de San Juan y algunos antidepresivos. "Nos lo venden como natural en algún arbolario o internet y luego si la persona está tomando tratamiento antidepresivo puede potenciar su efecto e incluso llegar a intoxicaciones", afirma.
Muy común también es, "sobre todo en las personas mayores", la ingesta de regaliz, como las míticas pastillas juanolas o caramelos, pero pueden disminuir el efecto de los tratamientos para la hipertensión arterial. "Interacciona el alimento con los medicamentos antidepresivos, disminuye el efecto y luego vamos al médico y nos encontramos con que no está controlando la tensión", subraya.
Todos estos casos y muchos más ponen de manifiesto la importancia de que tengamos muy en cuenta nuestra alimentación a la hora de llevar a cabo algún tratamiento. Por eso, asegura Santana, desde las farmacias se intenta "hacer una atención y preguntar a la gente porque al final el farmacéutico es el sanitario que más veces ve al paciente, mínima una o dos veces al mes".
"Estamos para responder todas las dudas de los pacientes. Con este tipo de campañas que recibimos desde la vocalía estamos en constante formación y actualización para estar al servicio de la sociedad", sentencia José Manuel Santana en la entrevista con este periódico.