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Un total de 12.000 ciudadanos de Castilla y León formarán parte del estudio nacional 'Cohorte IMPaCT', impulsado por el Instituto de Salud Carlos III a través del CIBER (Centro de Investigación Biomédica en Red).

Su objetivo es realizar un exhaustivo estudio de salud en 200.000 personas representativas de la población española durante los próximos 20 años para comprender mejor el origen de las principales enfermedades y ayudar así a prevenirlas y tratarlas.

La Cohorte IMPaCT busca investigar los factores de riesgo, la predisposición genética y las particularidades demográficas y ambientales que influyen en la salud y la predicción de enfermedades en la población española, y por ello constituirá la infraestructura más importante en investigación en medicina preventiva de España.

Gracias a este estudio se obtendrá una relevante información correspondiente a un amplio número de personas, 200.000 durante los próximos 20 años, así como datos referidos a su evolución a lo largo del tiempo, lo que permitirá predecir de manera más precisa el riesgo de enfermedad y orientar hacia una atención más personalizada.

Las III Jornadas de la Cohorte IMPaCT, un proyecto en el que participan la Gerencia Regional de Salud y el Instituto de Estudios de Ciencias de la Salud de Castilla y León, se han celebrado en Valladolid con la participación de los investigadores responsables de la coordinación del proyecto en todas las comunidades autónomas.

Todo ello con el objetivo de analizar la situación actual y futura de este estudio, que prevé implantarse en 50 centros de salud (nodos IMPaCT) de toda España, desde los cuales se contactará y monitorizará a los participantes.

En Castilla y León, la Cohorte IMPaCT contará con dos nodos urbanos y uno rural. Los nodos urbanos se encuentran ubicados en Salamanca, concretamente en el Centro de Salud San Juan, y en Valladolid, en el Centro de Salud de Parquesol. Por su parte, el nodo rural se encuentra localizado en el Centro de Salud de Ribera de Órbigo (Benavides de Órbigo, León).

Está previsto que los nodos de Castilla y León inicien su actividad, de forma escalonada, antes de finales de octubre, con el objetivo de incorporar durante los próximos cinco años a 12.000 participantes entre 16 y 79 años, los cuales serán seleccionados de forma aleatoria entre la población atendida en las diferentes zonas de salud incluidas en el proyecto.

El estudio recopilará información de los participantes a través de cuestionarios, exploraciones físicas, pruebas fisiológicas y análisis de biomarcadores, que serán realizados en cada uno de los nodos.

La posibilidad de disponer de esta información, datos individuales y poblacionales, clínicos, genéticos, epidemiológicos y de hábitos de vida permitirá construir modelos predictivos de enfermedad, identificar desigualdades en salud, monitorizar indicadores clave y evaluar el impacto de las políticas sanitarias, a fin de alcanzar el objetivo de mejorar la salud y la calidad de vida de la población.

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