Los ceramistas elaborarán un mural con las huellas de los vallisoletanos
El Paseo Central de Campo Grande acoge la edición treinta y nueve de la Feria de Cerámica y Alfarería de Valladolid, uno de los clásicos de las Ferias y Fiestas de San Lorenzo. Este año, la Asociación de Ceramistas Vallisoletanos (Aceva) ha planteado una curiosa novedad, un taller en el que podrán participar todos, mayores y pequeños, que deseen dejar su huella durante el proceso de creación en directo de un mural cerámico.
El presidente de Aceva, Juan Carlos Jimeno, ha explicado que todas las personas que pasen estos días por la feria “podrán dejar su huella para que después forme parte del mural, que en principio no tiene una extensión determinada, dependerá de toda la gente que se anime a participar”.
Visitantes y ciudadanos podrán disfrutar paseando y comprando por los diferentes puestos abiertos desde hoy hasta el próximo domingo de 11 a 22 horas. Ésta es una excelente ocasión para contemplar de cerca el trabajo desarrollado por los 78 alfareros y ceramistas que este año concurren a esta convocatoria, habitual dentro del programa de la Feria y Fiestas de la Virgen de San Lorenzo.
Estos profesionales proceden de cada una de las provincias de Castilla y León, además de Asturias, Cantabria, Castellón, Ciudad Real, Córdoba, Granada, Jaén, La Rioja, Lérida, Madrid, Pontevedra, Toledo, Zaragoza y Portugal.
Talleres
Como viene siendo habitual, durante los días que dura la Feria, la misma acogerá un “Taller participativo para niños”, con sesiones de 12 a 14 horas y de 18 a 20 horas, impartido por ceramistas pertenecientes a la Asociación de Ceramistas Vallisoletanos (ACEVA), que enseñarán a los más pequeños a modelar con arcilla valiéndose de procesos artesanales.
La Feria de Cerámica y Alfarería de Valladolid es una de las ferias más consagradas y de mayor envergadura a nivel nacional. Fiel a la cita con su público, los trabajos que en ella se exponen se distinguen por la calidad de los mismos, resultado del buen hacer de estos profesionales que consiguen mantener viva esta tradición incrustada en la genética de los pueblos.