"Desde fuera nos ven con un estereotipo soso, muy serios, pero no es verdad, en Valladolid tenemos un gran nivel en el baile, en distintos estilos musicales, y durante las noches de las Fiestas lo demostramos en una nueva edición de Danzadolid". Así explica el organizador del Festival de baile amateur, Óscar Pérez, la esencia de Danzadolid, una iniciativa que ha crecido de manera imparable en el patio de la hospedería de San Benito y que agota el aforo gratuito en cada espectáculo.

En la noche del domingo el turno fue para las danzas urbanas, un aroma callejero que encuentra su esencia en las calles de numerosas ciudades estadounidenses y que en el corazón de Valladolid también palpita con fuerza.

El sábado abrieron la serie de veladas los bailes de salón y el lunes seguirá con la danza oriental, después clásica y contemporánea, baile infantil, danza española, tango y bailes latinos para culminar el sábado 8.

"Hay que bailar, disfrutar con la música, quizá el año que viene estáis aquí arriba, porque a lo largo de esta semana van a bailar aquí más de 700 personas", animó al público Óscar Pérez, un entusiasta de la lucha contar los prejuicios que se desmontan en Danzadolid.

Una prueba más de esta intención llegó al término del espectáculo, cuando el público de las primeras filas retiró sus sillas y se creó una improvisada pista de baile en prolongación con el escenario, para que la música invadiera todas las almas.