Castilla y León

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Vivir

El sueño convertido en milagro de Rozalén

5 septiembre, 2018 18:12

De aquél concierto en el Café Teatro “para sesenta personas” a la Plaza Mayor abarrotada y entregada hay un cambio tan abismal que es imposible no emocionarse. Así ha abierto Rozalén su concierto en las Fiestas, rememorando su primera visita artística junto al Pisuerga y con la voz entrecortada al ver el cambio de la multitud que responde ahora a su llamada musical.

La transparencia emocional ha sido también nítida en el mensaje comprometido durante todo el concierto, ahí está la esencia de una artista con voz propia e inconfundible. No era casual el grito feminista que hay al abrir la ‘Puerta Violeta’; ni el impulso de optimismo y fuerza de ‘Vivir’, un tema “que escribí después de convivir con mujeres que estaban en tratamiento contra el cáncer y contaban sus vivencias”.

Canciones de su último trabajo, “pero tranquilos que voy a tocar de los discos anteriores también, como si yo tuviera treinta discos ya”, bromeaba con la complicidad de quien se sabe entre amigos.

Siempre con Bea a su lado, desde que empezaron a visibilizar que la música es mucho más que oída. Con presentaciones saladas acompasadas por anécdotas e intimidades del proceso de creación musical, así es Maria Rozalén, auténtica y genuina.

Historia familiar y de España

Capítulo a parte merece el viaje en el tiempo y las emociones de ‘Justo’. “He contado todo, mis cosas y las de mi familia también, sé que algunos temas son tabú porque no se habla mucho de esto, pero está resultando sanador”, ha confesado antes de relatar la historia del hermano de su abuela, asesinado en la Guerra Civil con 18 años “y ahora he dado con la fosa común donde lo enterraron y se lo he podido decir a mi abuela; espero que le pase lo mismo a todo el mundo que esté en esta situación, porque no es una cuestión política, es humana”.

Llegó después la historia de amor de sus padres. “Vais a flipar, mi padre fue sacerdote diez años, se enamoró de mi madre a finales de los 70; lo han pasado tan mal que quería hacerles una canción para su historia, porque cuando dudó del amor solo tengo que mirar a casa”, confesó Rozalén antes de interpretar ‘Amor prohibido’.

Durante el concierto alternó los momentos más 'bailongos' con los intimistas, como al entonar 'La belleza', el homenaje a Aute sólo con el apoyo del piano.

La misma Rozalén lo resumía a la perfección, que ella no iba para música, que iba para psicóloga, que “no estoy cumpliendo un sueño porque esto es un milagro”; y un concierto impecable.