Personajes taurinos en la feria pucelana: Joaquín Almero, Luis y Curro Alvarez
Llegaron expresamente desde Sevilla para ver a sus paisanos en el mano a mano, aunque realmente el único paisano de Morante y Aguado es el abogado y economista hispalense Joaquín Almero, aunque Luis Alvarez tenía toda la familia en Sevilla.
Luis y Curro Alvarez -no existe parentesco entre ambos, solo amistad- se unieron con Almero en Madrid. Y fue Curro, más joven, quien se ofreció a traerlos en coche hasta Valladolid.
Y Almero me llamó esa misma mañana para anunciarme el viaje. Todo arranca con la amistad que mi entrañable amigo y paisano Luis Fernando Angosto mantiene con Joaquín Almero, a quién venera; tertulianos y taurinos hasta la médula, y ambos residentes en la bella capital andaluza.
Con mi paisano de Villarrobledo conversamos con frecuencia, y la mayoría de las veces, por no decir todas, es de toros. Y de ahí viene mi conocimiento de Joaquín Almero, que de tanto escuchar las bondades que me cuenta Angosto de él le he tomado cariño. !Que va Joaquín a Valladolid y quiere saludarte¡, me comentó mi paisano.
Pues a eso de la hora del almuerzo llegaban a Pucela estos amigos, para ver lo que se anunciaba como el segundo “acontecimiento del siglo” en materia taurina. Aunque después de lo visto en Ronda había dudas. Pero los impenitentes seguidores morantistas sólo piensan que la próxima será la mejor.
Y si a Morante se le une quien puede ser su sucesor natural en unos años, y si además es sevillano, pues miel sobre hojuelas. Es el caso de la revelación de la temporada tras los éxitos en Sevilla y Madrid: Pablo Aguado.
Nos saludamos en el hotel taurino por antonomasia de Valladolid como es el Juan de Austria (frente a la plaza de toros). Y fue una alegría conocer a Almero y volver a coincidir con Luis Alvarez, ya que desde mis primeros tiempos en Burladero.com no habíamos vuelto a coincidir.
Joaquín Almero es un aficionado al mundo del toro y conocidísimo en todos los ambientes taurinos, tanto de Sevilla como de Madrid. Íntimo de Antonio Bienvenida, Pepe Luis padre e hijo y de Pepín, viaja todos los años a México en temporada taurina.
En la revista Taurología leí de Almero lo siguiente: “Presidente de la Unión de Abonados Taurinos de España. ... excelente aficionado sevillano Joaquín Almero, pepinista y silvetista, ...” (sic). Con eso queda dicho todo.
Y de Luis Alvarez les cuento que le llamaban El Moro porque nació en Tánger. Fue novillero con caballos y hermano del matador de toros sevillano Manuel Alvarez “Andaluz”, descendientes ambos de “Desperdicios”.
Luis Alvarez, experto en publicidad tras dejar los toros, fue socio y director de relaciones públicas de la empresa de Las Ventas. Tuvo la exclusiva de la publicidad de los puros “Farias”, que se anunciaban en todos los burladeros de las plazas de toros. Empresario, apoderado (Morenito de Maracay, Armillita Chico, Esplá, Nimeño II, César Rincón, Enrique Ponce, entre otros).
Cuando fui a saludarlos al hotel, nos cruzamos con el maestro Jumillano, matador de toros y actual propietario del Coso del Paseo de Zorrilla. Luis y el maestro se dieron un abrazo y recordaron viejos tiempos. El maestro salmantino ha cumplido 86 años y Alvarez 82.
Otro encuentro emocionante fue al coincidir con la presidenta del Club Taurino de Nueva York, Loren Monnig a las puertas del hotel. Natalia Calvo tomó instantáneas de esos momentos.
Sobre Curro Alvarez comentaremos que fue un banderillero de lujo que brilló en la década de los ochenta con la cuadrilla del arte. Creada por Manolo Chopera, estaba formada por Pepe Ortiz, Curro Alvarez y Manolo Ortiz, así como los picadores Raimundo Rodríguez y Alfonso Rodríguez “El Moro”.
Tambien formaron parte de la citada cuadrilla los banderilleros Honrubia y Eliseo Capilla. Curro Alvarez formó parte de las cuadrillas de los toreros más importantes de esa época.
En definitiva, gente del toro interesante la que nos visita en esta feria pucelana, y de la que queremos mostrarle su cara más conocida. Lo que siento es que la tarde de toros no resultara más entretenida.
P.D. Le pregunté a Almero si venían comidos. Sí, sí me contestó. Luego supe que no y me sorprendió conocer que tomaron un sándwich en “Rodilla” de El Corte Ingles de Zorrilla. Imperdonable con el buen lechazo que tenemos en Valladolid. La próxima visita, amigo Joaquín Almero, invitaré a lechazo asado y a un buen caldo ribereño, siempre que vengas con Luis Fernando Angosto. Lo prometo.