La lluvia amenazaba con su intermitencia al comienzo de la noche del segundo sábado de las Fiestas de la Virgen de San Lorenzo. Al filo de las once de la noche, cuando la Plaza Mayor ya aguardaba abarrotada para asistir al concierto de Maldita Nerea, las cortinas de agua cayeron con mayor virulencia. Paraguas, chubasqueros y resignación ante lo inevitable entre el público, mientras en el escenario lo técnicos se afanaban por tapar los micrófonos y elementos más expuestos a la lluvia.
El retraso no se prolongó más allá de lo necesario para asimilar que el agua iba a ser un espectador más en un concierto que arrancó con energía y con una respuesta impecable de un público que llegó a tener presente la suspicacia de la suspensión.
"La lluvia no puede acabar con esto porque nosotros somos más grandes", animó a los asistentes Jorge Ruiz, líder y alma de Maldita Nerea. En el repertorio todos los clásicos que ha ido sembrando por el camino un grupo que ya lleva 16 años con una plaza fija en la primera línea del panorama musical español.
Jorge Ruiz detalló la motivación de algunas de las canciones más emblemáticas del grupo. "El único elemento transformador de la sociedad es la educación y siempre dedicamos una canción en cada disco a ello", confesó antes de apagar las luces en el escenario y motivar el encendido de los teléfonos encendido para recibir 'En el mundo genial de las cosas que dices'.
El broche perfecto de un gran concierto llegó con el regreso de los artistas al escenario tras el clásico amago de final anticipado. "En los bises, si el concierto ha ido bien, hacemos dos, si va muy muy bien, tres, y luego está el nivel Valladolid en el que vamos a hacer cuatro". Seguro que se lo dices a todas, Jorge Ruiz, pero ahí queda. Los dos himnos del grupo, en los que cuesta escuchar al cantante entre el griterío de sus seguidoras, cerraron el espectáculo, 'El secreto de las tortugas' y 'Bailarina'.