Lo que comenzó con la crisis de los semiconductores que se inició allá por 2020 cuando la pandemia desestabilizó todos los mercados, continúa hasta el día de hoy agravado con toda ‘una serie de catastróficas desdichas’.
El paro indefinido iniciado por la Asociación Nacional de Transportistas de Portavehículos, Transportave, el pasado 7 de marzo, al que se unieron el resto de los transportistas justo una semana después, ha terminado de rematar al sector.
Según José Luis López Valdivieso, delegado de Castilla y León de Faconauto (la patronal de concesionarios) "tenemos pendiente la entrega de multitud de vehículos". De tal modo, "la espera para quienes cierran la compra de un vehículo se puede alargar hasta seis meses, siendo algo normal tener que esperar entre tres y cuatro. La cosa se ha complicado porque a lo que tardan en fabricarlo se suman ahora los retrasos en el traslado".
Además, el sector se ve afectado por la baja demanda. López Valdivieso afirma que "el mercado de segunda mano está también parado y ligeramente a la baja", porque también se está dando el mismo caso de falta de vehículos: "los propietarios de los vehículos los apuran hasta el final", y a esto se le añade que "todas las marcas han restringido mucho las ventas a flotas de empresas, renting y leasing, lo que hace que apenas salgan ‘seminuevos’ al mercado".
La previsión de la patronal de concesionarios no es muy halagüeña. Tal y como informan desde Faconauto, esta situación se puede alargar hasta al menos el segundo semestre del año, aunque "no tenemos certeza porque a todo lo anteriormente mencionado se añade la situación de la guerra en Ucrania".
En opinión de José Luis López Valdivieso, la "nefasta gestión gubernamental en el tema de la automoción, que criminaliza al sector al sector del automóvil, no ayuda en absoluto". Según el delegado castellano y leonés de la patronal, "a los vehículos a motor solamente les correspondería un 27% del total de emisiones que se alcanzan".
¿Cómo se lo toman los clientes?
"Los clientes lo asumen con resignación". Tras la ardua tarea de elegir color, motor, número de plazas, equipamiento... los compradores de vehículos nuevos no tienen más remedio que esperar para recibir su coche deseado. Según los concesionarios consultados, al indicarles a los clientes la fecha de entrega de sus nuevos y flamantes nuevos automóviles "lo aceptan con tranquilidad", aunque desde los concesionarios también están acostumbrados a recibir llamadas y a responder con mucha frecuencia a la pregunta "¿cómo va lo mío?".
Cambio de hábitos en los consumidores
"El mundo de automóvil está cambiando a una velocidad tremenda, pero seguimos adaptándonos". Según López Valdivieso se ha reducido de una forma radical el tráfico en las exposiciones de vehículos: "los clientes lo primero que hacen es una búsqueda por internet, y después de mirarlo y remirarlo, ya se dirigen al concesionario". Eso puede tener ciertas ventajas, como que los compradores que acudan lo hagan con una idea clara de lo que buscan, pero "la falta de trato, de contacto, también hace que se efectúen menos ventas".
Eso sí, el sector de la automoción se reinventa continuamente, y "la labor de venta que antes se hacía en la exposición, ahora se hace online: la gente pide información y hay que atenderles". El marketing digital va orientado a que el cliente se dirija a los concesionarios. Lo que no va a cambiar, al menos por el momento es que, para tomar una decisión tan importante como la de comprar un vehículo nuevo "la gente quiere verlo, tocarlo y hasta olerlo, y eso de momento no se puede hacer de forma digital".