Las fronteras de la Comunidad no sólo guardan patrimonio histórico, en diversos artes como el románico o el mudéjar sino que, también, el natural, a la sazón, montes, rutas y fauna salvaje copan los cuatro puntos cardinales. En esta época otoñal en la que las lluvias empiezan a hacerse notar sobre los anaranjados colores que ofrecen los paisajes, la violencia del agua al golpear sobre la dura roca en las cascadas repartidas por la región se llevan los focos, como lo hizo el sonido de la berrea, no hace tantas semanas.