El abanico de posibilidades para disfrutar en y de Castilla y León es inmenso. Historia, cultura, riqueza patrimonial, con edificios que quitan el sentido y que son alabados a nivel nacional, y una gastronomía única, bañada con los mejores vinos. Toda esta amalgama de ingredientes se junta en un plato único como es el turismo rural, que sigue siendo un motor económico importante y referente en nuestro país.
En septiembre, nuestra tierra fue, tras Baleares, el principal destino de turismo rural de España con 148. 879 pernoctaciones y 67.356 viajeros que pasaron por la Comunidad, 61.542 residentes en el territorio nacional y 5.813 en el extranjero, según la Encuesta de Ocupación en Alojamientos Turísticos del INE.
"El sector, como todo paciente tras el coronavirus, necesita un periodo de recuperación y, poco a poco, vamos a ir volviendo a alcanzar nuestro liderazgo porque contamos con un turismo rural de quilates gracias a la gran diversificación de productos que ofrecemos a nuestros visitantes. Queremos que ellos sepan que seguiremos trabajando para ser los números uno en España", asegura Luis Ángel Chico, presidente de Turismo Rural en Castilla y León.
El también presidente de la Asociación de Empresarios de Turismo Rural en Valladolid destaca "el patrimonio, la historia y la cultura" de nuestra Comunidad que conforma "un paquete completo, perfecto y atractivo" para la persona que se decide por la región para enamorarse de todo su encanto.
A todo ello se le suma la calidad de sus hoteles, casas y posadas rurales y "la riqueza gastronómica y vitivinícola" de la zona que sirve de escaparate perfecto para reforzar la magia de Castilla y León y para que todos los que llegan hasta este entorno único, además de empaparse de la historia y disfruten con la cultura, se chupen los dedos eligiendo los mejores platos acompañados de un vino que quita el sentido.
Desde el cochillo, preparado durante horas en típicos hornos artesanos de leña, si visitas la provincia de Segovia, pasando por un clásico de la gastronomía elaborado con sangre de cerdo, cebolla y arroz como es la morcilla si quieres conoce Burgos y llegando hasta el botillo de León, el hornazo de Salamanca, o los torreznos de Soria, por dar alguna idea.
Si hablamos de vinos la oferta es amplia, variada, pero, sobre todo, de calidad. Somos tierra de viñedos y de buenos caldos. Contamos con Denominaciones de Origen reconocidas a nivel nacional y valoradas por los amantes de los buenos caldos. Claretes, de Cigales. Blancos, de Rueda. O tintos de la Ribera del Duero, la oferta alrededor de este oro líquido es única.
"La persona que viene a nuestra tierra ya no solo busca una buena casa rural. Ahora también se centra en las experiencias y en las sensaciones nuevas y gratificantes. Son muy solicitadas las actividades al aire libre como el senderismo, las rutas en bicicleta por entornos inigualables, los viajes en globo y otras que consiguen complementar el desplazamiento hasta cualquiera de nuestras nueve provincias", añade Chico.
El papel importante del turismo activo
En esto tiene un papel sumamente importante el turismo activo, que se intenta reponer, a base de lucha y esfuerzo y paso a paso, de la crisis que ha provocado el coronavirus, y que ofrece una amplia oferta de actividades en la Comunidad.
"La pandemia ha reafirmado que la gente que llega hasta Castilla y León no solo busca disfrutar de nuestra cultura, historia y patrimonio, también quiere naturaleza y vivir experiencias relacionadas con el turismo activo. Pese al COVID-19, el porcentaje de turistas que buscan esto ha aumentado", asegura Raúl Temprano, vicepresidente de ATACYL, Asociación de Turismo Activo de Castilla y León.
Las actividades para disfrutar en familia como el senderismo, el piragüismo en las aguas de la Comunidad, o los parques de cuerdas son las más demandadas. Destinos como las Hoces del Río Duratón, los Picos de Europa o la Sierra de Gredos, los más visitados.
"El futuro lo vemos con esperanza porque estamos apreciando que tras la pandemia se ha reforzado el destino que está relacionado con el turismo activo. El turista quiere respirar, aire libre, y diversión y eso nos da mucha seguridad pese a los duros efectos que ha dejado la pandemia", añade el también vicepresidente de la Asociación Nacional de Empresas de Turismo activo (ANETA).
Un nuevo modelo de turismo rural que crece año tras año y se consolida con el tiempo como el tesoro y un escaparate perfecto para una tierra de quilates como es Castilla y León.