Béjar ha sido una villa romana, árabe, judía y cristiana. Las huellas de estas culturas se reflejan en su Conjunto Histórico-Artístico, salpicado de iglesias, plazuelas, callejas, los restos de la muralla defensiva y el castillo residencia de los Duques de Béjar, del siglo XVI.
Mucho antes, el rey Alfonso VIII de Castilla (1155 -1214) concedió a Béjar el Fuero Latino de Cuenca, al tiempo de su repoblación inicial como villa de realengo. De ese Fuero latino deriva el Fuero de Béjar.
Béjar es tierra de paños, de telas, de lanas y fábricas textiles, desde el siglo XV, que abastecieron los mercados nacionales e internacionales. Hoy día, se muestra este pasado industrial con un Museo Textil y una ruta senderista que permite vislumbrar lo que fue una de las industrias más potentes.
Sierra de Béjar
La naturaleza es uno de los grandes patrimonios de la comarca de Béjar. La sierra de Béjar y Francia, declaradas reserva de la biosfera por la UNESCO en 2006, se caracterizan por su terreno granítico, con un acusado contraste altitudinal que permite la existencia de diferentes ecosistemas.
De las altas cumbres, con altitudes que rozan los 2.500 metros, donde los piornos adornan los valles glaciares, a los 600 metros en el fondo del valle, donde los robles y castaños tapizan todas las laderas. Naturaleza en estado puro que se puede disfrutar tanto si se es aficionado senderista o profesional de la montaña.
Hombres de Musgo
Del siglo XII data la tradición de los 'Hombres de Musgo', catalogada como fiesta de interés turístico internacional. La leyenda explica que los bejaranos recubrieron sus ropas con el musgo que crecía en las rocas del lugar y parapetados con estos trajes de camuflaje consiguieron reconquistar la ciudad, que había sido tomada por los árabes.
Esta leyenda se recrea el día del Corpus con una procesión que recorre las calles de la ciudad.
Bienes de Interés Cultural
Béjar cuenta con dos bienes calificados de interés cultural. La plaza de toros y el jardín histórico-artístico de El Bosque.
La plaza de toros de El Castañar de Béjar es la más antigua de España. En el año 1667 tuvo lugar la primera lidia de toros, en una improvisada plaza cerrada con maderas. Construida con obra de fábrica entre 1711 y 1714, es hoy la plaza de toros más antigua de España.
El Bosque de Béjar es la única villa renacentista de España que se conserva casi en perfecto estado desde el siglo XVI. El recorrido permite contemplar el antiguo palacete y el amplio estanque situado junto a él. Todo, rodeado de una frondosa arboleda de la que surgen paseos y escalinatas, bancos ocultos o fuentes escondidas.
Una de las insignias de modernidad de la ciudad es su estación de esquí Sierra de Béjar- La Covatilla. Con 31 pistas y con una longitud y superficie total de 26.809 m. y 74.47 hectáreas, es perfecta para esquiar en familia y dar los primeros pasos sobre los esquíes.