Cabezón de Pisuerga se encuentra enclavado en una posición estratégica entre el río Pisuerga y el cerro de Altamira, lo que sin duda ha sido determinante para su importancia histórica y asentamiento de diferentes civilizaciones.
Varios personajes ilustres pasaron por esta localidad como algunos de los Austrias o María Luisa Gabriela de Saboya, primera esposa de Felipe V. El blasón de los Saboya en una casona señorial recuerda el paso por la localidad de la que sería reina consorte de España en la corte del primer rey de la Casa de Borbón.
El turismo es un sector creciente en la localidad, habiendo aumentado en un 200% el número de visitantes en tres años, desarrollando y poniendo en valor su patrimonio. Las visitas guiadas organizadas desde la Oficina Municipal de Turismo recorren el municipio visitando el interior de la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción (iglesia gótica del siglo XVI asentada sobre otra anterior románica, cuyo interior alberga varios retablos rococós y un órgano de tubos del siglo XVIII), el puente medieval (emblema de Cabezón), así como el barrio de bodegas y el Parque Temático del Belén Viviente.
A las afueras de la localidad se encuentra el Monasterio de Santa María de Palazuelos. Construido en el siglo XIII y desamortizado en época de Mendizábal, este monasterio, del cual se conserva el templo, ha sido testigo de varias reformas en su interior, así como la reforma de la propia orden, llegando a ser Cabeza del Císter a partir del siglo XVI.
Desde el Ayuntamiento se realizan diversas actividades con el fin de ponerlo en valor y darlo a conocer, con un ciclo cultural llamado “AcontraluZ” formado por varias disciplinas artísticas como la música, la danza y el teatro.
El Belén Viviente de Cabezón, catalogado Fiesta de Interés Turístico Regional, lleva a sus espaldas más de 40 años de historia. Cada Navidad tiene lugar esta representación abierta a todos los públicos con un escenario vivo en el que participan más de 100 personas.
No podemos olvidar el patrimonio natural que rodea al municipio. Rutas de senderismo como la senda de los Cortados donde, además de poder conectar con la naturaleza, ofrece unas vistas inigualables de la campiña del Pisuerga.
La gastronomía es también parte de nuestro patrimonio y en Cabezón podremos disfrutar de ella en sus diferentes bares y restaurantes. Desde comida típica, a cocina fusión, cocina internacional o picoteo, la oferta es muy variada y asequible a todos los gustos.