Destinos turísticos hay muchos en Castilla y León, pero hay cuatro que son los que más destacan entre los españoles, según la tercera edición del informe ‘Urbantur’, elaborado por Exceltur. La Comunidad tiene el privilegio de contar con cuatro provincias entre los 22 principales destinos urbanos españoles. ¿Cuáles?
Es cierto que de estos 22 destinos, hay que irse hasta el puesto 11 para encontrar a la primera. Y aquí es donde se posiciona Valladolid, un reclamo que ha ido aumentando en los últimos años gracias a su excelente gastronomía e incluso su localización de películas de cine. Respecto al estudio realizado en 2016 sube un puesto.
Un clásico de los viajes es Salamanca y ocupa el puesto 17 el mismo que en 2016. La ciudad de los estudiantes sigue siendo uno de los destinos favoritos de los españoles. En el puesto 21 se sitúa Burgos y en el 22, cerrando la lista, León. Las dos urbes repiten respecto al estudio de hace siete años.
El informe estudia el periodo 2016-2022 en torno a 63 indicadores elaborados a partir de más de 100.000 datos, que se integran en 6 pilares. Esos 22 destinos representan un 87,2 por ciento del total del turismo urbano y un 23 por ciento del total del turismo español.
En el resto de España
Las cuatro primeras posiciones del ránking se mantienen, con Madrid a la cabeza, seguida por Barcelona, Valencia y San Sebastián, mientras que Málaga pierde dos posiciones y se ve adelantada por Sevilla y Palma de Mallorca en quinto y sexto lugar. Bilbao y Santiago de Compostela se mantiene como octava y novena, mientras que Gijón pierde otras dos posiciones y se ve superada por Las Palmas de Gran Canaria y Valladolid. En el puesto 13 aparece Córdoba, seguida de Zaragoza, Santander, Granada y Salamanca, antes de La Coruña, Alicante y Murcia, que preceden a Burgos y León en el cierre de la tabla.
El estudio concluye entre otras cosas que durante la pandemia se ha ralentizado el compromiso político en favor del turismo, ante la progresiva necesidad de integrarlo en las políticas municipales dada su incidencia/dependencia sobre múltiples ámbitos de la vida urbana. Además, detecta una escasa identificación y anticipación de los nuevos retos y estrategias turísticas de las ciudades, traducido en escasa concreción para garantizar su ejecución (compromisos presupuestarios, plazos de ejecución y puesta en marcha, indicadores para el seguimiento, comunicación a la ciudadanía etc.).