Castilla y León cuenta con todos los alicientes para ser un territorio atractivo para el viajero que opta por unos días de descanso en el medio rural. La Comunidad es nada más y nada menos que la región del mundo que cuenta con más enclaves Patrimonio de la Humanidad y la huella de su vasta historia se deja sentir en cada uno de sus rincones. Del yacimiento de Atapuerca a los castros prerromanos, de las iglesias visigodas y románicas a las catedrales góticas, de los castillos y fortalezas a los monasterios, Castilla y León respira historia y cultura por sus cuatro costados.

La variedad paisajística de la Comunidad, con sus impresionantes parques naturales y reservas de la biosfera, sus escarpadas montañas y la amplia oferta en rutas de senderismo, combinada con su excelencia gastronómica y enoturística −contando con nueve denominaciones de origen−, hacen de Castilla y León un destino sin igual para los viajeros atraídos por el turismo rural, un sector que cuenta con cada vez mayor pujanza en los últimos años y en el que la Comunidad es líder indiscutible.

En el mes de septiembre, nuestra tierra fue el principal destino de turismo rural de España y recibió 72.138 visitantes, con un aumento del 4,2% con respecto al mismo mes de 2022, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). Un aumento que va en consonancia con el crecimiento del sector a nivel nacional, con un 8,4% de visitantes más, hasta llegar a las 476.015. Por detrás de Castilla y León se situó Baleares, que recibió 63.169 viajeros en su ámbito rural.

Bañistas en las playas del Lago de Sanabria. Miriam Chacón ICAL

La región balear, en cambio, supera a la Comunidad en número de pernoctaciones. Los turistas que se vieron atraídos por el entorno rural castellano y leonés realizaron un total de 160.693 pernoctaciones, mientras que en Baleares llegaron a las 220.869. Con todo, la Comunidad fue la segunda de España en número de pernoctaciones rurales en septiembre, con un incremento del 11,4% que superó en tres puntos la media nacional del 8,6%, hasta los 1,2 millones de viajeros.

Tranquilidad

Luis Ángel Chico, presidente de la Asociación de Alojamientos Rurales de Castilla y León, asegura, en declaraciones a EL ESPAÑOL de Castilla y León, que la Comunidad cuenta con “un grandísimo potencial” en el sector del turismo rural. “Tenemos gran diversidad de productos y posibilidades amplias de hacer cualquier tipo de actividad”, asegura, destacando la gastronomía, el enoturismo, el patrimonio, el turismo de salud o el idiomático como algunas de las opciones.

Entre los platos más característicos que el visitante puede probar si visita la Comunidad se encuentran el lechazo asado o el cochinillo segoviano, el inigualable arroz a la zamorana, la sopa castellana, el cocido maragato, el botillo del Bierzo, las patatas revolconas, el chuletón de Ávila o los judiones de La Granja. Auténticos manjares para los paladares más exigentes que ayudarán al viajero a reponer fuerzas después de una jornada de actividades deportivas, senderismo o de haber visitado alguno de los impresionantes monumentos históricos que la Comunidad.

Chico señala que el viajero que opta por el turismo rural en Castilla y León busca, antes que nada, la “tranquilidad” que ofrecen los pequeños municipios castellanos y leoneses. “Busca tranquilidad, seguridad y proximidad, sobre todo cuando hablamos de nuestro público objetivo que está en grandes capitales como Madrid”, afirma. El presidente de la Asociación de Alojamientos Rurales de Castilla y León destaca que, junto con la pujanza histórica del patrimonio y la gastronomía, en los últimos tiempos ha comenzado a destacar la importancia del enoturismo para el sector, en un auge que achaca al “aumento de la inversión”.

Enoturismo

El mundo del vino es uno de los estandartes de la oferta de la Comunidad, con sus nueve denominaciones de origen: Ribera del Duero, Cigales, Rueda, Toro, Bierzo, Arlanza, Arribes, Tierras de León y Tierra del Vino de Zamora y las tres denominaciones como vinos de calidad: Sierra de Salamanca, Valtiendas y Valles de Benavente. Los caldos castellanos y leoneses suponen un auténtico placer para los sentidos, especialmente cuando van acompañados de un buen lechazo o un cochinillo asado, y una gran cantidad de bodegas ofrecen visitas guiadas y catas que reciben una gran afluencia de visitante, especialmente en época de vendimia.

“Cuando das a conocer un producto a través de la publicidad la gente termina viéndolo y desde algunas provincias, como Valladolid, se ha apostado muchísimo por el enoturismo”, asegura, señalando que eso “sin duda repercute a la hora de traer gente”. Chico destaca, además, la importancia de proyectos como La Milla de Oro del vino en Ribera de Duero y recuerda que el turismo rural debe tener como principal objetivo el de “potenciar y dinamizar el medio rural” de Castilla y León. “En el mundo rural es donde hay folklore, tradiciones y gastronomía, que es lo que realmente nos interesa”, zanja.

El Pozo de los Humos es uno de los grandes atractivos de la provincia de Salamanca. David Arranz ICAL

Precisamente los pueblos de la Comunidad son famosos por sus festejos populares, que atraen a numerosos visitantes en los meses de verano, y las actividades deportivas cada vez se van haciendo más un hueco entre la oferta de turismo rural, con una amplia oferta de turismo activo. Senderismo, montañismo, piragüismo, actividades de nieve, escalada, vuelos en globo, cruceros fluviales, bicicleta o rutas ecuestres son algunas de las múltiples opciones para el viajero que se acerca a desconectar a tierras castellanas y leonesas. Un territorio que, además, cuenta con el privilegio de verse atravesado por el Camino de Santiago, que deja su impronta en varias localidades del norte de la Comunidad.

Liderazgo nacional

También destaca la posibilidad de realizar actividades únicas como la observación de osos en el Valle de Laciana, la espeleología en la Cueva de la Galiana baja, en el Cañón del Río Lobos, la práctica del piragüismo en las increíbles Hoces del Duratón o los vuelos en globo en Segovia que permiten admirar el Alcázar, la Catedral o el Acueducto y empaparse de la milenaria historia de la Comunidad desde una perspectiva diferente.

El liderazgo de Castilla y León en el turismo rural no es una novedad. En el año 2022, Castilla y León ya se consolidó como líder nacional del turismo rural al registrar 1.770.311 pernoctaciones, con un crecimiento de más del 25% con respecto al año 2021, según la Encuesta de Ocupación en Alojamientos Turísticos Extrahoteleros del Instituto Nacional de Estadística (INE). Un sondeo que, además, situaba a la Comunidad también como líder en el número de viajeros de turismo rural. Castilla y León, una tierra con un medio rural con mucho que ofrecer y en el que el visitante puede disfrutar de auténticos paraísos terrenales.

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