Ya son 102 las personas que entraron a un quirófano para operarse la retina y no sólo no solucionaron su problema, sino que sufrieron graves consecuencias, incluyendo ceguera en algunos casos. El responsable es el medicamento Ala Octa, retirado por la Agencia Española del Medicamento (AEMPS) el 26 de junio, pero cuyas consecuencias definitivas aún se desconocen.
El Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad ha ofrecido este viernes una actualización del número de afectados y nuevos datos sobre la investigación y las cifras empeoran notablemente con respecto a la última comunicación, en diciembre de 2015.
En dicha fecha se habían notificado 57 incidentes en 18 centros sanitarios de nueve comunidades autónomas, mientras que en la publicada hoy ya son 102 casos en 23 centros sanitarios de 10 comunidades autónomas.
A tenor de la información suministrada por Sanidad, la cifra podría aumentar, ya que la investigación continua abierta, tanto por parte de la AEMPS como por el Instituto Universitario de Oftalmobiología Aplicada (IOBA) de Valladolid, que se han encargado de hacer los análisis del producto.
También ha aumentado el número de lotes afectados, que en diciembre eran cuatro y ya son seis.
Efectos variables
El producto, cuyo principio activo es perfluorooctano y se comercializa con varias marcas (de las que sólo Ala Octa es defectuosa), se utiliza en la cirugía de retina para readherir esta capa ocular. Es decir, se trata de un fármaco usado para la cirugía del desprendimiento de retina, que afecta anualmente a una de cada 10.000 personas.
El 22 de junio del año pasado, la empresa distribuidora del medicamento, W.M. Bloss, comunicó a la AEMPS 20 posibles casos de complicaciones con el producto, aunque en un principio sólo se habló de pérdida de agudeza visual. Posteriormente se supo que había llegado incluso a producir ceguera, aunque la cifra de afectados por este efecto concreto no ha sido actualizada desde octubre, en que se habló de 13 casos.
Las consejerías de Sanidad de las distintas comunidades autónomas están llevando a cabo sus propias investigaciones, que comunican a la AEMPS y justo este jueves el Hospital Universitario de Canarias terminó un informe que elevaba a 32 el número de personas que habían quedado ciegos tras operarse de la retina.