Si usted es usuario de Airbnb y busca piso para su próximo viaje, probablemente pensará que lo más importante para optar por uno u otro alojamiento es, más allá de lo obvio -situación, tamaño y precio- lo que inquilinos previos han dicho sobre el mismo.
[Dormir en el limbo: radiografía de Airbnb]
Pongamos un ejemplo real. "Cuando llegué, el lugar tenía más que pequeñas deficiencias en lo que se refiere a la limpieza y al señalar alguno de estos problemas extremadamente obvio, el arrendador mostró hostilidad hacia mi persona", dice un usuario sobre una habitación en el centro de Madrid.
En el extremo opuesto, la reseña sobre otra estancia similar: "[La dueña es] Muy simpática y agradable, buen trato, como en casa, todas las comodidades, la habitación es muy acogedora, con tu propio armario incluido, muy recomendable, volveremos pronto".
La lógica nos diría que, a similar precio y prestaciones, no dudaríamos en optar por el segundo alojamiento frente al primero pero la ciencia ha venido a señalar que no siempre es así. Un factor en apariencia poco importante podría ser crucial a la hora de inclinar la balanza en uno u otro sentido y no es otro que la foto de perfil del anunciante.
En este caso concreto, sin duda podría influir: mientras que el dueño de la primera habitación muestra cinco fotos de perfil, incluyendo alguna poética contemplando un atardecer, la casera de la segunda muestra un perro como única imagen de identificación de usuario.
Economía colaborativa
Así concluye un estudio llevado a cabo por investigadores de la Universidad Hebrea, en Jerusalem, que ha analizado qué impacto tienen distintos parámetros en la elección de un alojamiento en Airbnb, el paradigma de la economía colaborativa.
Los autores llevaron a cabo un experimento, publicado en la revista Tourism Management, que consistió en mostrar a 600 voluntarios fotos personales de anfitriones de Airbnb y registrar sus impresiones a primera vista. Después, les facilitaron otros datos sobre el alojamiento y, mediante un modelo de simulación, evaluaron la importancia de los distintos factores para los huéspedes.
El resultado no sólo demostró que la foto influye a la hora de optar por uno u otro alojamiento, sino también en la disposición a pagar más o menos por una estancia similar.
Lo más curioso es que ese factor es más importante que lo que parece más lógico: las reseñas de otros usuarios. "Al contrario que en Facebook o LinkedIn, la persona no es aquí el producto que se vende, sino la propiedad. Aún así, hemos visto que la foto de perfil es crucial para el éxito de su negocio", explica el autor principal del estudio, Eyal Ert.
Así que ya lo sabe. Si quiere triunfar alquilando temporalmente un piso, póngase guapo.