El uso de drogas en las bebidas para aturdir y violar a jóvenes durante una noche de fiesta sigue siendo algo muy común, especialmente en países como EEUU, dónde la mitad de los estudiantes encuestados en universidades conoce a alguien que se ha visto en esa lamentable situación.
Por eso, muchos proyectos de jóvenes científicos de la zona se han basado en diseñar mecanismos eficaces y discretos para la detección de drogas en las bebidas.
En 2014, por ejemplo, un grupo de estudiantes de química de la Universidad de Carolina del Norte diseñó un pintauñas que cambiaba de color en contacto con algunas de las sustancias más usadas en estos casos, de modo que bastaba con introducir el dedo en la bebida y comprobar si el tono del esmalte se había modificado.
Sin embargo, meter el dedo en la copa no es la opción más higiénica posible, por lo que otro grupo de estudiantes, esta vez de un instituto de Miami, ha propuesto como alternativa las Smart Straws, unas pajitas inteligentes que cambian de color al mezclarse con dos de las drogas más utilizadas por los violadores.
Discretas y fáciles de guardar
Estas pajitas han valido a sus inventoras el primer premio del Business Plan Challenge, un evento organizado por el periódico Miami Herald. No es para menos, pues gracias a ellas podrían evitarse muchas de estas violaciones en pubs y discotecas.
Son tan pequeñas que pueden guardarse fácilmente en bolsos y monederos y al entrar en contacto con bebidas drogadas cambian rápidamente de color, alertando del peligro.
De momento sólo funcionan con el éxtasis líquido y la ketamina, aunque sus creadoras esperan poder ampliar el rango de detección a otras sustancias, como el tranquilizante Rohypnol.
Los emprendedores universitarios no son los únicos en haber tenido esta idea. La compañía DrinkSavvy está desarrollando pajitas y agitadores de bebidas con propiedades similares, que esperan poder comercializar en un futuro.
De momento no hay ninguna opción en el mercado, pero el 85% de las estudiantes encuestadas aseguran que lo utilizarían, por lo que en caso de conseguir la financiación suficiente para lanzar su distribución podrían salvar a muchas personas.