Aunque las películas nos contaron que, si hubiéramos coincidido con los dinosaurios, los Tyrannosaurus rex nos habrían perseguido a gran velocidad, los científicos han descubierto recientemente que no eran capaces de correr. No es la única idea equivocada que teníamos sobre los dinosaurios: ni tenían todos la sangre fría, ni había dinosaurios voladores (se trataba de otro tipo de animal), ni los velocirraptores eran tan rápidos como indica su nombre.
No, los Tyrannosaurus rex no corrían
En Jurasic Park podían correr y su persecución era terrorífica, pero en realidad los Tyrannosaurus rex se habrían partido las piernas si se hubieran movido a una velocidad superior a los 19 kilómetros por hora, lo que hace pensar que serían bastante más lentos de media. Un estudio llevado a cabo por el Centro de Investigación de la Biodiversidad de Leipzig, en Alemania, ha derribado otro mito sobre los dinosaurios: no habría sido tan difícil correr más rápido que un Tyrannosaurus rex para huir de él.
Los velocirraptores, otros dinosaurios sobreestimados
Aunque los velocirraptores han pasado a formar parte del imaginario colectivo como animales rápidos y con unas extremidades superiores bastante inútiles, la realidad es que estos dinosaurios no eran tan rápidos como indica su nombre y tenían unos brazos relativamente largos y recubiertos de plumas, como la mayor parte de su cuerpo. Además, tenían el tamaño de un pavo.
Los mamíferos ya estaban ahí
Los mamíferos no tuvieron que esperar a la desaparición de los dinosaurios para hacer su entrada en escena. Eso sí, solo algunos mamíferos relativamente pequeños convivieron con este grupo de reptiles extintos y fue cuando estos desaparecieron cuando se produjo su gran eclosión. En general, estos animales eran en su mayoría pequeños roedores peludos, con tamaños que iban desde el de una rata a una ardilla.
El asteroide no fue la única causa de su desaparición
¿Cómo desaparecieron los dinosaurios? Aunque la respuesta más habitual es que su extinción fue causada por el impacto de un asteroide (y aunque algunas personas crean que los dinosaurios murieron por el impacto en sí), hay científicos que consideran que la explicación es un poco más complicada. Además de la caída del asteroide y de las consecuencias climáticas que acarreó su impacto, los investigadores argumentan que una actividad volcánica tremendamente violenta y una disminución muy marcada del nivel del mar también fueron factores determinantes para la extinción masiva.
No eran animales de sangre fría
Durante décadas, los científicos creyeron que los dinosaurios eran animales de sangre fría, al igual que los reptiles actuales. Sin embargo, con el paso de los años, la comunidad científica terminó por convencerse de que tenían en realidad la sangre caliente. Aún así, sigue habiendo estudios sobre este tema y polémica: en 2015 un trabajo publicado en la revista Science defendía que los dinosaurios no tenía la sangre ni fría, ni caliente, sino templada.
Un falso dinosaurio
En ocasiones, en la dinosaurología se han producido anuncios falsos o confusiones sobre especies. Uno de ellos fue el relativo al archaeoraptor, un género inválido de dinosaurio que fue supuestamente encontrado en China y que se suponía que era el eslabón perdido entre las aves y los dinosaurios terópodos. Anunciado a bombo y platillo en la revista National Geographic, en realidad se trataba de un fósil falso, mezcla de varios. Y, de hecho, el estudio había sido rechazado en publicaciones científicas como Science, que desde un principio no quisieron hacerse eco del supuesto descubrimiento.
La polémica del brontosaurio
El brontosaurio es un género de dinosaurio que ha traído cola durante años. Especialmente representado en el cine, tras su descubrimiento su verdadera validez como género fue debatida y se dijo (y así se creyó) durante muchos años que era un descendiente del grupo de los Apatosaurus. Sin embargo, un extenso estudio publicado en el año 2015 sacaba al brontosaurio de la sombra: sí que existía como género y vivió entre hace 155 y 152 millones de años.
Los dinosaurios voladores poblaban el cielo
Si nos preguntaran nombres de dinosaurio, el pterodáctilo sería probablemente uno de los primeros que se nos ocurriría. Sin embargo, ni el pterodáctilo es un dinosaurio ni había dinosaurios que volaran por los cielos. Las especies que en ocasiones identificamos como dinosaurios alados son en realidad pterosaurios. Y aunque no son dinosaurios, sí que convivieron con ellos durante decenas de millones de años.