El presidente del Consejo de Supervisión de Volkswagen (VW), Hans Dieter Pötsch, ha criticado los supuestos experimentos de la compañía con monos y con seres humanos a los que se habría hecho inhalar gases de los motores diésel de la compañía, según informaciones de varios medios alemanes.
"En nombre del conjunto del Consejo de Supervisión me distancio con total determinación de este tipo de prácticas", afirmó Pötsch desde la sede de Volkswagen en Wolfsburg y consideró que esos experimentos "no son de ningún modo comprensibles".
Asimismo, señaló que esas prácticas "deben ser aclaradas completamente y sin reservas" y dijo que el Consejo de Supervisión se ocupará del asunto.
"Haré todo lo que esté en mi mano para que esos sucesos se investiguen completamente", aseguró y añadió que quien sea responsable "tendrá por supuesto que rendir cuentas de ello".
Varios medios alemanes, entre ellos el "Stuttgarter Zeitung" y el "Süddeutsche Zeitung" aseguraron hoy que fabricantes de la industria automovilística alemana, liderados por Vokswagen, habrían financiado experimentos en los que se hizo inhalar gases emitidos por motores diésel a monos y seres humanos para comprobar sus efectos sobre el sistema respiratorio y la circulación sanguínea.
Los experimentos habrían sido encargados por la Asociación Europea de Estudios sobre la Salud y el Medio Ambiente en el Transporte (EUGT, por sus siglas en alemán), entidad fundada por los consorcios automovilísticos Volkswagen, Daimler y BMW.
Las primeras publicaciones al respecto se concentraron en los experimentos con monos que la EUGT encargó en 2013 al laboratorio Lovelace Biomedical de Alburqueque (EEUU).
Los experimentos se habrían realizado en 2015 y un directivo de Volkswagen, actualmente detenido en EEUU por el escándalo de manipulación de datos de emisiones, habría llevado personalmente un VW Beatle al laboratorio.
Las emisiones del coche fueron conducidas a una pequeña habitación donde se habían encerrado diez monos, según los diarios alemanes.
Los mismos medios informaron hoy de que la EUGT también encargó investigaciones en las que seres humanos debían ser sometidos a inhalar dióxido de nitrógeno (NO2).
El propósito de los experimentos sería mostrar que con los progresos técnicos las emisiones de motores diesel no tenían mayores implicaciones sobre la salud de los ciudadanos.
El primer ministro del estado federado de Baja Sajonia (norte de Alemania), Stephan Weil, calificó hoy de "absurdos y repugnantes" los experimentos.
Baja Sajonia tiene participación en Volkswagen por lo que Weil, como primer ministro, es miembro del Consejo de Vigilancia del consorcio.
También el Gobierno federal alemán criticó hoy duramente los experimentos y dijo que los mismos no tenían ninguna justificación ética ni científica.
"Lo que tienen que hacer los fabricantes de automóviles con las emisiones es reducirlas y no pretender demostrar que no son dañinas con ayuda de experimentos con monos y hasta con seres humanos", dijo el portavoz del Gobierno, Steffen Seibert.