Cada día, miles de runners y deportistas se echan a las calles con wearables y aplicaciones con GPS que registran sus movimientos y permiten hacer un seguimiento detallado del rendimiento a lo largo del tiempo. A priori, que una persona anónima registre estos datos y los comparta en internet no tiene por qué suponer un peligro. Sin embargo, la cosa cambia sustancialmente si las personas que utilizan estas apps deportivas trabajan en las bases secretas que el ejército de Estados Unidos tiene por todo el mundo.
Precisamente esto es lo que acaba de ocurrir. Strava, una de las aplicaciones para deportistas más famosas, con más de 1,2 millones de usuarios, publicó el pasado mes de noviembre un mapa de calor en el que se mostraba toda la actividad rastreada de sus usuarios. En total, según la compañía, más de tres mil millones de puntos de GPS que describen a la perfección cuáles son las rutas preferidas por los deportistas en ciudades como Madrid o Nueva York, pero que también ha revelado en qué lugares hacen deporte los soldados estadounidenses mientras se encuentran desplegados en zonas de conflicto como Siria, Irak o Afganistán.
Pese a que el mapa fue publicado el pasado mes de noviembre, no ha sido hasta este fin de semana cuando algunos analistas militares se han dado cuenta de que el elevado nivel de detalle del mismo revela información confidencial de alto secreto e implica a personal militar en servicio.
Nathan Ruser, analista del Institute for United Conflict Analyst, fue uno de los primeros en detectar el grave error de seguridad y publicarlo en Twitter, detallando algunas de las rutas que los soldados norteamericanos, rusos y turcos realizan en las bases militares de Siria y Afganistán. "[El mapa] se ve muy bonito, pero no es maravilloso para la Op-Sec [seguridad operativa]. Las bases estadounidenses son claramente identificables y localizables".
"Si los soldados utilizan la aplicación como lo hacen las personas normales, al activar el seguimiento cuando van a hacer ejercicio, podría ser especialmente peligroso", explica el analista en otro tuit en el que se puede ver lo que parece "una ruta habitual de trote" junto a una base militar.
Tal y como señala el diario The Guardian, los usuarios que utilizan Strava en lugares como Afganistán, Djibouti y Siria son casi exclusivamente personal militar en el extranjero. Pese a que estas bases no son visibles a través de aplicaciones que utilizan satélites como Google Maps, el mapa de calor de la aplicación deportiva sí las localiza y las sitúa brillando en blanco sobre negro.
Así, si hacemos zoom en el mapa, también podemos saber qué hacen los soldados norteamericanos en la base que el ejército de Estados Unidos tiene en Rota o la mismísima Legión en la base de Viator, tal y como ha explicado el usuario de Twitter @DragonLadyU2.
CÓMO FUNCIONA STRAVA
La "red social de los atletas", tal y como se conoce a Strava en el mundillo, permite conectar a millones de deportistas en todo el mundo, tanto de élite como amateurs. "En Strava encontrarás cantidad de actividades, locas aventuras y nuevas rutas interesantes que te inspirarán", puede leerse en la página web de la compañía.
La aplicación se puede utilizar con distintos dispositivos portátiles, desde móviles hasta rastreadores de fitness como Fitbit, de tal forma que puedes conocer no sólo cuáles son las rutas más populares, sino también parámetros relacionados con el rendimiento de distintos usuarios e ídolos del deporte.
Tal y como señala la compañía en el documento que explica cómo funcionan los mapas de calor, la aplicación incluye opciones para no revelar las actividades privadas. Basta con acudir al menú 'Configuración', después a 'Controles de privacidad' y activar las opciones de privacidad que evitan que la información personal sea compartida y conocida por el gran público.
El día que Strava publicó el polémico mapa, anunció que esta nueva versión iba a disponer de "seis veces más datos" que el anterior, publicado en 2015. "Nuestro mapa de calor global es el conjunto de datos más grande, más rico y más hermoso de su tipo. Es una visualización directa de la red global de atletas Strava", decía la compañía en un comunicado.
Así, mientras el Departamento de Defensa (Dod) de Estados Unidos se encuentra revisando las posibles "implicaciones" que pudiera tener para la seguridad de sus soldados la publicación de este mapa, Strava ha optado por lavarse las manos. La compañía ha remitido a un documento en el que señala que son los propios usuarios los que tienen que deben preservar la privacidad de sus actividades a través de las opciones que da la propia aplicación. De esta forma no serán incluidas en sus mapas.