La historia del FBI está plagada de casos escalofriantes. Criminales que cometieron decenas de asesinatos, terroristas que sembraron el caos con atentados indiscriminados contra personas inocentes o violadores en serie que acabaron con la vida de cientos de mujeres de las forma más horrible posible. Sin embargo, el sujeto que consiguió poner en jaque al principal cuerpo de investigación criminal norteamericano y provocó la operación más costosa de su historia no fue otro que un genio de las Matemáticas: Theodore John Kaczynski, más conocido como Unabomber.
Netflix, a través de la serie Manhunt: Unabomber, acaba de recuperar la figura de uno de los criminales más enigmáticos e inteligentes que se recuerdan. Un peligroso sujeto graduado en Harvard, doctorado por la Universidad de Michigan y profesor de la Universidad de Berkeley que, entre los años 1978 y 1995, llegó a enviar por carta 16 bombas a distintos objetivos -entre ellos un Boeing 727 lleno de pasajeros-, consiguiendo matar a tres personas y herir de forma grave a otras 28. El objetivo: acabar a toda costa con el desarrollo tecnológico y científico de la sociedad moderna.
Kaczynski, nacido el 22 de mayo de 1942 en el seno de una familia de origen polaco, fue un niño superdotado que comenzó a destacar desde pequeño y que encontró en las Matemáticas su particular piedra de toque. Su habilidad con los números no sólo le sirvió para saltarse un curso y pasar de quinto a séptimo en el Colegio Evergreen Park Central de Chicago en el que estudiaba, sino que además consiguió acabar los estudios de bachillerato dos años antes de lo habitual. Con 16 años, Kaczynski veía cómo las puertas de la mismísima Universidad de Harvard se le abrían de par en par para cursar un pregrado en Matemáticas.
Con una personalidad compleja y de carácter introvertido, Kaczynski fue objeto de bullying por parte de sus compañeros desde la más tierna infancia. Este hecho quedaría grabado para siempre en su memoria. Sin embargo, fue su estancia en la prestigiosa universidad y el proyecto MK Ultra, un salvaje programa de control mental ideado por la CIA al que fue sometido de forma involuntaria desde 1959 hasta 1962, junto a otros 21 estudiantes, lo que terminó de quebrar una mente ya de por sí enmarañada.
Una tesis brillante
Tras acabar sus estudios en Harvard, Ted Kaczynski se matriculó en la Universidad de Michigan. Allí realizó un máster, comenzó a publicar interesantes artículos en revistas científicas y escribió una brillante tesis doctoral, titulada Boundary Functions ("funciones en la frontera", en castellano), en la que abordaba la teoría de las funciones geométricas, una rama de lo que se conoce como análisis complejo, con importantes aplicaciones en ingeniería. Un trabajo tan complicado que, en palabras de Maxwell Reade, uno de los profesores que estuvo en el tribunal de tesis que lo evaluó, "es posible que únicamente unas 10 o 12 personas en todo el país fuesen capaces de entenderlo o apreciarlo".
En 1967, Theodore aceptó un puesto como profesor asistente en la Universidad de Berkeley, convirtiéndose con 25 años en el docente más joven de la institución. Sin embargo, duraría dos años en el cargo. Sin motivo aparente, Kaczynski dejó la prestigiosa institución, volvió al pueblo de sus padres y poco después se mudaría a una diminuta cabaña en medio de un remoto bosque en Lincoln (Montana). Desde allí comenzó a desarrollar una vida apartada de la sociedad, cual ermitaño, valiéndose de la caza para comer y sobreviviendo sin luz ni agua corriente.
En 1978, Kaczynski desapareció por completo. No se volvió a saber nada más de él. Ese mismo año comenzaría su campaña de terror al enviar su primera carta bomba a un profesor de Ingeniería de Materiales de la Universidad Northwestern, que finalmente estalló en las manos de un guardia de seguridad. Tras este atentado, el neoludita enviaría nueve artefactos a distintos miembros de la comunidad universitaria y agentes de aerolíneas.
Auge y caída de 'Unabomber'
El atentado -o intento de atentado- que serviría al FBI para bautizarlo como Unabomb (University and Airline Bomber) tuvo lugar en 1979, cuando el terrorista trato de hacer estallar un avión de American Airlines colocando una bomba en uno de los equipajes. Por suerte, el artefacto, que provocó que el piloto tuviese que realizar un aterrizaje de emergencia, no llegó nunca a estallar.
Su primera víctima mortal fue Hugh Scrutton, dueño de una tienda de ordenadores de Sacramento (California). El 12 de diciembre de 1985, "una bomba disfrazada como un trozo de madera", según el relato del propio Unabomber en su diario, explotaba momentos después de que el trabajador saliese por la puerta de la tienda, acabando con su vida de una tacada. Tras este atentado, cinco más. El último de ellos, en 1995, provocó la muerte de otras dos personas.
Una campaña de pánico con un total de 16 bombas a lo largo de 17 años que concluiría después de que el Washington Post y el New York Times se viesen obligados a ceder al chantaje de Kaczynski para acabar con sus actividades y publicaran en septiembre de 1995 un texto de 30.000 palabras titulado La sociedad industrial y su futuro. El manifiesto, firmado con el pseudónimo Freedom Club, aseguraba que la revolución industrial había supuesto "un desastre para la humanidad" y llamaba a la sociedad a revolverse contra ella para volver a patrones de comportamiento "más naturales".
La publicación de este escrito fue el principio del fin. Su hermano David Kaczynski y su cuñada leyeron el manifiesto y encontraron grandes similitudes con algunas de las expresiones que utilizaba Ted en algunas de las cartas que les había mandado. Tras ser delatado, el análisis comparado de los escritos provocó que las autoridades judiciales firmaran la orden de detención que requería el FBI y, un año después, en abril de 1996, Unabomber fuese detenido tras casi dos décadas de intensa actividad terrorista.
El 4 de mayo de 1998, tres años después, este genio de las Matemáticas era sentenciado por un juez de Sacramento a cuatro condenas de cadena perpetua más 30 años de prisión tras reconocerse autor de los atentados, evitando así la pena de muerte. A día de hoy, Ted Kaczynski, con 75 años, cumple condena en una cárcel de máxima seguridad de Colorado. Allí pasará el resto de sus días.