La cadena alemana de supermercados Rewe, una de las más grandes del país germano, ha paralizado de forma provisional sus compras de producto a la cárnica española El Pozo Alimentación a raíz de las acusaciones sobre maltrato animal.
"A principio de la semana pasada ordenamos paralizar de forma preventiva los suministros de todos los artículos de El Pozo Alimentación a nuestros supermercados Penny y Rewe. En caso de que se confirmen las graves acusaciones contra El Pozo, por supuesto que vamos a tomar medidas de inmediato y poner fin a las relaciones comerciales con la empresa", ha asegurado una portavoz de la compañía en declaraciones a la agencia DPA, que recoge Europa Press.
La televisión pública alemana informó el lunes de que otra gran cadena de supermercados germana Edeka, también ha pedido explicaciones a la cárnica española y al igual que Rewe está dispuesta a tomar medidas en el caso de que se demuestre que efectivamente se pudo haber maltratado a los animales.
La paralización de las compras de la cadena germana llega un día después de conocerse que las firmas belgas Colruyt y Delhaize hayan retirado los productos de la cárnica española de la venta al público en sus establecimientos y hayan anunciado que revisarán su cooperación con la empresa española tras el programa de Salvados.
Delhaize comercializaba ocho productos de la marca El Pozo en sus establecimientos, mientras que Colruyt vendía un único producto, según ha informado el diario flamenco Het Laatste Nieuws.
El Pozo rompe con la granja del programa
Por su parte, El Pozo Alimentación se ha desvinculado este martes de la granja que aparecía en la emisión del programa de televisión y ha reiterado que está estudiando medidas adicionales en materia de bienestar animal, según ha informado en un comunicado.
La cárnica ha explicado que abrió un expediente de investigación a la granja proveedora cuyas imágenes aparecen en el vídeo, tras el cual se inició un proceso de desvinculación que ya es efectivo.
El Pozo Alimentación ha señalado que en los últimos meses han revisado los criterios y han aumentado la rigurosidad en el proceso de sacrificio sanitario, además de haber implantado una nueva certificación específica de bienestar animal, y de incrementar la plantilla veterinaria y frecuencia de los controles a las granjas proveedoras.