Ratopín rasurado: el insólito animal que encierra el secreto de la longevidad
Además de estar inmunizados frente a algunos tipos de de tumores, estos mamíferos también presentan una gran resistencia al envejecimiento.
15 febrero, 2018 12:55Noticias relacionadas
La rata topo desnuda, más conocida como rata lampiña o ratopín rasurado, es con diferencia una de las especies animales menos agraciadas que viven en el planeta Tierra. Esto la convierte en un ser vivo aparentemente insignificante. Sin embargo, en realidad es mucho más que eso, ya que detrás de esos dientes prominentes y ese cuerpecillo flácido y lampiño se esconden algunos superpoderes de gran utilidad en el área de la medicina.
Hasta ahora sabíamos que esta especie presenta inmunidad ante ciertos tipos de cáncer, pero el descubrimiento más reciente es si cabe aún más interesante, ya que parece ser que este animal no sigue los mismos patrones de envejecimiento que el resto de los mamíferos. De momento no se conocen los mecanismos que les confieren esta capacidad, pero un equipo de investigadores de la compañía de investigación Calico ya se encuentra sobre la pista de esta curiosa fuente de la eterna juventud. Los resultados se han publicado en eLife.
Por lo general, los patrones de envejecimiento de los mamíferos obedecen a la ley Gompertz-Makeham, una ley matemática que establece un notable aumento anual de la tasa de mortalidad a partir de la etapa adulta. De hecho, se considera que en los seres humanos el riesgo se duplica cada año una vez pasada la barrera de los 30.
En base a todo esto, los ratopines deberían tener una esperanza de vida situada en torno a los 6 años. Sin embargo, muchos llegan a la treintena, en algunas ocasiones conservando incluso la capacidad de reproducirse.
En busca de la causa de este curioso fenómeno, el equipo de Rochelle Buffenstein analizó el registro de muertes de un total de 3.299 ratopines, estableciendo que el riesgo de mortalidad se mantenía constante en toda su etapa adulta.
Una de las hipótesis más aceptadas para explicarlo sería la presencia de menores tasas de oxidación, normalmente asociadas al envejecimiento, pero aún será necesaria mucha más investigación para establecerlo. Lo que está claro es que los ratopines son mucho más que animales francamente feos. Y que, por supuesto, los seres humanos tenemos mucho que aprender de ellos.