Nutrirse bien no significa comer mucho. Esto, que es una obviedad, bien lo saben las embarazadas, que durante su periodo de gestación deben mantener un equilibrio en su dieta pensando no solo en ellas sino, claro está, en su futuro hijo.
Una dieta variada, que proporcione todos los nutrientes que necesita una persona es siempre una garantía para la buena salud. Pero, durante la gestación, se añade otro aspecto importante, que no es otro que garantizar el correcto desarrollo del feto. Y es que el aporte de los elementos que puedan ser deficitarios en la dieta habitual se hace más necesario que nunca para evitar el riesgo de malformaciones, enfermedades o un desarrollo inadecuado.
A ello se le une el hecho de que, en España, no se suelen cumplir las recomendaciones que configuran una dieta ideal. Los análisis revelan la carencia de algunos nutrientes que, si bien pueden no generar muchos problemas en una persona adulta -al menos a corto plazo-, sí podrían provocar efectos indeseables en menores o, como es el caso que nos ocupa, en niños en formación y sus madres.
La dieta, el mejor aliado en la formación del bebé
Esto no es una percepción, sino que incluso los organismos sanitarios y los expertos alertan de que la mayor parte de las mujeres en esta fase, o incluso durante la lactancia, no alcanzan las cantidades diarias recomendadas de diferentes nutrientes: hasta el 50% de las embarazadas no alcanzan el consumo recomendado de ácido fólico, calcio, hierro, vitamina D y yodo, según el informe 'La leche como vehículo de salud para la población', editado por la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia, la Fundación Española de la Nutrición (FEN) y la Fundación Iberoamericana de Nutrición (FINUT).
El documento también censura la existencia de prácticas que, por mucho que estén instaladas en el imaginario popular, no resisten la revisión científica. Entre éstas, se leen las de la 'recomendación' a las gestantes de "comer por dos", engordar "al menos 15 kilos", "evitar el alcohol solo durante el primer mes" o la de obedecer a los "antojos" porque, de lo contario, "dejarán una marca en la piel del bebé".
La importancia de los suplementos
La ciencia y el sentido común desmontan estos falsos mitos, al tiempo que redundan en el equilibrio en la dieta como uno de los avales para un embarazo correcto. Y es que una de las principales tesis en torno a las que gira el informe es, precisamente, cómo ese "reto" de preparar el cuerpo para la concepción, que pasa por la asimilación del extra de nutrientes que se precisan, requiere de un estricto control de la dieta.
En este contexto, es habitual administrar suplementos que complementan los menús de la gestante. De hecho, es una de las cosas que añaden los médicos a la rutina de la mayoría de embarazadas desde el primer momento. Estos complejos ayudan a alcanzar la cantidad diaria recomendada de nutrientes para evitar enfermedades y malformaciones en el niño, e incluyen vitaminas, minerales y otros componentes imprescindibles en este proceso.
No obstante, la costumbre no evita la incomodidad de unas tomas que, generalmente, no suelen ser especialmente agradables al paladar. Por eso, una de las soluciones más accesibles e ingeniosas para paliar estos problemas es Puleva Mamá, una bebida láctea UHT cuya composición está especialmente diseñada para ayudar a cubrir las necesidades nutricionales de la mujer embarazada, en periodo de lactancia o incluso en aquellas que planeen un embarazo.
La leche es un alimento trascendental en la dieta de los seres humanos por la cantidad y calidad de nutrientes que incluye, además de por su rápida absorción. De ahí que, como bien apunta el estudio comentado, sea un vehículo excelente y natural para adaptar su fórmula a las diferentes etapas de la vida, cada una con sus propias necesidades. En el caso de Puleva Mamá, a estas características generales se le añade la de su composición diseñada para incidir en los efectos beneficiosos sobre el crecimiento fetal y la salud de la madre y el bebé.
Su fórmula, que ha recibido el visto bueno de la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia, incluye en sus 100 ml de dosis diaria el 100% de la cantidad recomendada de ácido fólico y de yodo, elementos esenciales para la formación del tubo neural y el correcto funcionamiento del sistema nervioso y cognitivo del pequeño, respectivamente.
Además, una botella de Puleva Mamá también proporciona el 47% de la cantidad diaria recomendada de omega 3, especialmente valioso para el desarrollo cognitivo y visual del feto; un 38% del calcio recomendado al día, clave en la formación ósea del niño; e incluye también fibra, vitaminas y otros minerales importantes en esta etapa, manteniendo a raya la cantidad de azúcar: cada botella contiene 1,5 g, lo que representa el 3,5% de la cantidad máxima diaria recomendada en este punto.
La accesibilidad es otra de las ventajas de Puleva Mamá, puesto que, como producto lácteo que es, se puede encontrar en casi cualquier supermercado. Además, se puede conservar a temperatura ambiente e incuso calentarlo, aunque ahora que llega el verano y, teniendo en cuenta su sabor a chocolate, tomarlo frío puede resultar refrescante. Es una manera de recordar cómo ha cambiado la forma de tomar ácido fólico y complementar la dieta que madre e hijo necesitan. Las píldoras clásicas han pasado a la historia.