Representantes de las ONG Greenpeace, Power Shift Africa, ActionAid International, CIEL y UCS han calificado de "inaceptables" los últimos textos planteados este sábado por la mañana por la presidencia chilena de la Cumbre del Clima (COP25) para avanzar en las negociaciones.
"Si hubiese un momento en la historia en el que tuviese que decir: los gobiernos han jodido, sería hoy aquí en Madrid: los gobiernos la han jodido. La gente alrededor del mundo debe levantarse y salvar el planeta", ha resumido Mohamed Adow, de Power Shift Africa, en una rueda de prensa conjunta para evaluar las actuales propuestas en la negociación.
Adow ha calificado los textos de "desastrosos", "extremadamente decepcionantes" y una "traición" al futuro y la gente en todo el mundo. A su juicio, los negociadores están amenazando una "vía esencial" del Acuerdo de París, que era su extensión en el tiempo para aumentar la ambición. "Nos han dado un 'copy paste' de lo que se acordó hace cuatro años", ha lamentado.
"El texto escucha a los contaminantes"
Por su parte, Jennifer Morgan, Greenpeace International, ha insistido en que los textos son "inaceptables" para la gente que está sufriendo en todo el mundo el cambio climático y ha criticado el trabajo de la Presidencia chilena. A su juicio, su trabajo era proteger la integridad del Acuerdo de París "Y no. El texto escucha a los contaminantes y no a la gente", ha dicho en relación a países como Brasil, Japón o Estados Unidos.
Los responsables de las distintas organizaciones han advertido de que nunca habían visto tanta desconexión entre lo que la ciencia dice y la demanda la sociedad y lo que plantean los negociadores climáticos y advierten de que fracasar en sus decisiones es inaceptable cuando "el planeta está en llamas".
De la misma manera, han criticado la actitud de Estados Unidos, la Unión Europea, Australia y Canadá por bloquear la ambición y la financiación a los países en desarrollo y han pedido en concreto al comisario europeo del Clima, Hans Timmermans, que muestre su liderazgo y evite un mal acuerdo sobre los mercados globales de carbono. Finalmente, han pedido los países que rechacen cualquier acuerdo que no reconozca respeto y defensa a los derechos humanos básicos.