La severa nueva ola de la Covid que sumerge a Europa ha puesto en alerta a España, que vivía en un aura de cierta relajación por su favorable tasa de vacunación: un 89,1 por ciento de la población diana (que excluye a los menores de 12 años) ya cuenta con la pauta completa (37.519.860 millones de ciudadanos con las dos dosis de la vacuna) y un 90,7 por ciento ha recibido, por lo menos, una dosis.
Los casos y la incidencia acumulada han repuntado a gran velocidaden las últimas jornadas. La cercanía de la Navidad, las aglomeraciones en ciudades grandes a causa de las compras festivas y las reuniones familiares mantienen a las administraciones y a las comunidades autónomas en alerta de cara al invierno.
Ya se estarían barajando distintas medidas para evitar un repunte de casos en enero y para complementar la cobertura del plan de vacunación, pero, ¿peligra la situación sanitaria de los vacunados en España por el rechazo de la inmunización de cuatro millones de rezagados?
Los datos indican que en España hay 3.873.956 personas mayores de 12 años sin vacunar contra el virus, es decir, casi cuatro millones de ciudadanos que no han recibido ninguna dosis. Dicha cifra supone un 9,3 por ciento del total de la población diana (41.655.451 ciudadanos). En torno al 60% de los ingresos hospitalarios en UCI se producen en pacientes no vacunados, tal y como confirmó hace unos días la ministra de Sanidad, Carolina Darias.
En cuestión de una semana, España ha duplicado los contagios: el pasado viernes 12 de noviembre se notificaban 71,50 casos por cada 100.000 habitantes, mientras que los últimos datos reflejan una incidencia de 111,95. La pregunta ahora es, ¿estamos ante la llegada de una sexta ola?
¡Vacunas y mascarillas!
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ratificó el pasado sábado su apuesta por la fórmula que ha seguido el Ejecutivo para frenar el avance de la Covid en España: "Confiamos en la vacunación y en la mascarilla", admitía. Sin embargo, ante el estancamiento del porcentaje de inmunizados en el país, ¿se deben implementar nuevas estrategias que inciten su vacunación?
La complicada situación en Europa ha obligado a países como Austria a tomar medidas contundentes para paliar las altas tasas de contagios, de incidencia y los bajos porcentajes de vacunación.
Austria ha decretado, a partir de febrero, la inmunización obligatoria para todos sus ciudadanos -además de un confinamiento domiciliario general de 20 días que comenzará este lunes-: una aprobación que llevó a más de 40.000 personas a manifestarse este sábado por las calles de Viena. Dicha decisión ha puesto en jaque a sus vecinos europeos, que ahora debaten acerca de la obligatoriedad de la vacuna.
"En España se puede alcanzar una elevada cobertura de vacunación con recomendaciones y con mano izquierda, sin que sea obligatoria", explica a EL ESPAÑOL Joan Caylà, epidemiólogo de la Unidad de Investigación en Tuberculosis de Barcelona (FUITB). "Solo debería ser obligatoria en determinadas profesiones, como por ejemplo en sanitarios que tratan a poblaciones de riesgo", añade. Según los informes diarios del Ministerio de Sanidad, se ha logrado atraer a medio millón de indecisos a recibir las dosis de la vacuna desde el pasado 1 de octubre.
Además de la reticencia a la vacuna, la implementación del pasaporte Covid como medida indispensable para el ocio, la hostelería y los espacios públicos ha provocado un amplio rechazo en gran parte de Europa Occidental.
Alemania, que actualmente registra cifras récord desde el estallido de la pandemia, alertó esta semana de que existe cierta "reticencia" de la población a vacunarse. Los porcentajes de inmunización están estancados: un 67,9 por ciento ha recibido la pauta completa en la nación germana. Su hermana alpina, Austria, cuenta con uno de los datos más bajos de toda Europa, un 65 por ciento.
En Países Bajos, la ciudad de Róterdam se convirtió el viernes noche en un escenario violento de enfrentamientos policiales que terminó con dos heridos de bala y más de medio centenar de detenidos. ¿La causa principal? Que el Ejecutivo neerlandés estaría estudiando excluir del pasaporte Covid a los no vacunados, independientemente de si dan negativo en un test (lo que dejaría fuera en torno a 1,8 millones de ciudadanos que no planean vacunarse por escepticismo o por motivos religiosos).
Bélgica también ha sido protagonista este fin de semana. La policía local tuvo que intervenir en una manifestación contra las medidas antiCovid en Bruselas que finalizó con 40 detenidos y tres agentes heridos.
Pasaporte Covid, ¿sí o no?
La decisión austriaca ha generado revuelo en sus vecinos europeos. Ante la negativa de amplios sectores de la población a recibir sus dosis, el gobierno del país alpino ha decidido aprobar medidas que no comprometan a los vacunados. ¿Se acoplará dicha resolución en más países?
"A pesar de meses de persuasión, a pesar de todas las campañas en los medios de comunicación, a pesar de todo, no hemos podido convencer a la gente de que se vacune. Así que nos vemos abocados a una decisión muy difícil, la decisión de que debe comenzar rápidamente una vacunación obligatoria a nivel nacional. La vacunación es el único camino para salir de este círculo vicioso", dijo el viernes el canciller austriaco Alexander Schallenberg.
En España se está empezando a plantear la implementación del pasaporte Covid para poder entrar en locales de ocio y hostelería, una decisión que se ha intentado aprobar con anterioridad, pero que fue rebatida por los tribunales. Cabe recordar que la vacunación puede limitar pero no impide los contagios.
"¿Si todo el mundo está vacunado para qué necesitas saberlo cada vez que entras a un bar?", se preguntaba el director del Centro de Coordinación de Emergencias y Alertas Sanitarias, Fernando Simón, sobre las dudas que surgen con dicho documento. "Como en Francia, aumentaría la cobertura vacunal en los jóvenes", explica Joan Caylà a este medio.
La Fiscalía Superior del País Vasco ya ha dado luz verde a la aprobación del pasaporte Covid en el ocio. La próxima semana, los tribunales decidirán si más CCAA se suman a Baleares, Galicia y Cataluña en su estrategia de exigirlo para acceder al ocio nocturno, una propuesta que cuenta con el visto bueno de la mayoría de las autonomías. La Comunidad de Madrid ha pedido, además, que el Ministerio de Sanidad elabore una norma común para la solicitud de dicha acreditación en los lugares pertinentes.