Las 15 cosas que descubrimos sobre nuestros padres gracias a la ciencia
La ciencia ha demostrado que tenemos muchos más vínculos con nuestros padres de los que habíamos imaginado.
18 marzo, 2022 16:03Noticias relacionadas
Todos los padres de España están de celebración este sábado. El Día del Padre se festeja en nuestro país el 19 de marzo porque coincide con el día de San José, el padre de Jesucristo. Cuando éramos escolares elaborábamos regalos para nuestros progenitores con nuestras propias manos y, al crecer, ellos siempre se acaban quejando por recibir obsequios bastante repetitivos. Aunque parece que son las madres las que disfrutan de un mayor vínculo con sus hijos, lo cierto es que la ciencia ha demostrado que tenemos mucha más conexiones de las que pensábamos.
El tiempo que interactuamos con ellos o el tipo de actividades que realizan nuestros padres con nosotros condicionan nuestro carácter e incluso fomentan nuestra inteligencia. También existe una conexión hormonal mucho mayor e incluso una genética que determina nuestras enfermedades. Jugar con ellos o no es determinante también para forjar nuestro forma de ser e, incluso, que nuestro progenitor sea o no feminista marca nuestro futuro laboral. Por si esto fuera poco, la ciencia también ha advertido que sí hacen diferencias, aunque no quieran, entre sus vástagos.
1. A más interactuación, más inteligencia emocional
Los padres influyen positivamente en el desarrollo de sus hijos si se implica en su crianza. Un progenitor que esté presente activamente en la vida de un niño influirá positivamente en habilidades como la resolución de problemas y la gestión de las emociones, según este estudio publicado en el Canadian Journal of Behavioral Science.
2. Menos testosterona y más empatía
La testosterona de un padre primerizo puede caer hasta el 40% durante el primer mes de paternidad, según un estudio de 2011 publicado en Proceedings of the National Academy of Sciences. La investigación sugiere que los hombres evolucionaron desarrollando una arquitectura neuroendocrinal que responde a una paternidad comprometida y los padres con más nivel de testosterona están menos atentos a los lloros de sus hijos y muestran menos empatía.
3. Los mejores padres cantan
Hacemos un viaje hasta el mundo animal ahora para conocer que el ruiseñor macho canta con el objetivo de comunicarle a las hembras lo buen padre que será. En este estudio publicado en BMC Evolutionary Biology aprecian que los que mejor cantan alimentan con más frecuencia a sus crías.
4. La peor herencia: enfermedades
Ningún hijo aspira a que el legado de su padre vaya en contra de su salud, pero el estudio de la Universidad de Carolina del Norte publicado en Nature Genetics en 2015 sugiere que si nuestra madre tiene una predisposición a tener cierta enfermedad podemos heredarla, pero al ser el ADN del padre el que tiene más opciones de expresarse también sus patologías y mutaciones genéticas tienen más probabilidad de manifestarse en nosotros.
5. Sufrimiento de los prematuros
Si bien son las madres las que sufren la montaña rusa hormonal que supone el embarazo y el parto, además de muchos otros procesos físicos, un estudio realizado en Reino Unido reconoce que un tercio de los padres sienten presión antes de que nazca su hijo e incluso hablan de depresión postparto y otros problemas de salud mental en hombres.
6. Un tono más autoritario
Mientras las madres son expertas en ajustar el tono de su voz cuando hablan con sus hijos pequeños, los padres no suelen hacerlo y sus voces se mantienen firmes. Han estudiado a 11 niños en edad preescolar, con unos 30 meses de edad, y se han grabado 150 horas de audio para establecer en las conclusiones que las voces masculinas conversan con sus hijos casi del mismo modo que con los adultos.
7. Más atentos de sus hijas que de sus hijos
En comparación, los padres con hijas pequeñas son más atentos con ellas que los padres que tienen niños pequeños varones, de acuerdo con un estudio publicado en Behavioral Neuroscience de la American Psychological Association. Realizaron escáneres cerebrales y grabaciones de interacciones diarias para comprobar que hablaban más abiertamente de las emociones con ellas y empleaban, en cambio, un lenguaje relacionado con los logros con ellos.
8. Más parecidos a nuestros padres
Según la investigación de la Universidad de Carolina del Norte publicada en Nature Genetics, a pesar de que nuestros padres contribuyen con un 50% a nuestro ADN, un 60% de los genes del padre son más expresivos que los de la madre.
9. Un embarazo reflejo
La Universidad de Michigan ha podido demostrar que los hombres que están esperando un hijo segregan testosterona y estradiol, que es una forma de estrógeno. Estos cambios hormonales se suceden en las primeras estapas de embarazo.
10. A padres feministas, mayores aspiraciones
Este estudio publicado en Psychological Science ha estudiado que las hijas de padres que no asumen responsabilidades en el hogar se visualizan en empleos feminizados y, por el contrario, las que perciben que sus progenitores se reparten las tareas aspiran a carreras mejor remuneradas.
11. Menos dinero y más trato
Un estudio publicado en Journal of Marriage and Familiy analizó a 367 padres con bajos ingresos para determinar que muchos de los que no pueden pagar la manutención de sus hijos en efectivo sí ayudan de una forma diferente a la crianza con productos, ropa, gastos escolares y alimentos.
12. Una sexualidad que no es tabú
La Universidad de Florida ha determinado que tener un padre involucrado en la vida de sus hijas cuando eran adolescentes, hablando sin tabúes de la sexualidad, contribuía a que ellas practicasen sexo seguro con más probabilidad y evitasen embarazos no deseados y ETS.
13. Dormir juntos crea vínculos
El estudio realizado por la Universidad de Notre Dame y publicado por la revista PLOS One ha demostrado que los padres que duermen cerca de sus hijos presentan unos niveles de testosterona más bajos que los padres que no lo hacen. Como ya vimos, esta disminución provoca que los proganitores estén más alerta.
14. Jugar para un mejor desarrollo
Los padres que juegan con sus hijos fortalecen su vínculo y esto ayuda en el desarrollo. Pequeños gestos de afecto y cariño podrían suponer el ánimo necesario para vencer la frustración infantil, según la investigación de la Universidad Estatal de Kent publicado en el Wall Street Journal.
15. Más tiempo juntos para ser más felices
La conclusión evidente de todos estos estudios se puede resumir en la publicación de Academy of Management Perspectives, donde recogen que los padres que pasan más tiempo con sus hijos están más satisfechos con sus trabajos y su vida personal, evitando conflictos en el hogar.
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