César Nombela, catedrático emérito de microbiología y rector honorario de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP)

César Nombela, catedrático emérito de microbiología y rector honorario de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) Pedro Puente Hoyos / EFE

Obituario

César Nombela, referencia fundamental de la ciencia española

Trabajador impenitente, centró su investigación en la biología molecular y biotecnología, y su compromiso desbordó los límites de su cátedra.

Rector de la UCJC
20 octubre, 2022 14:38

En la madrugada del viernes 14 de octubre de 2022 ha muerto a punto de cumplir los 76 años, César Nombela Cano, que ha sido desde 1996 mi jefe, mi maestro, mi amigo.

Licenciado en farmacia en 1969 por la Universidad Complutense con premio extraordinario, se doctoró a continuación en la Universidad de Salamanca (1972), especializándose en Microbiología bajo la dirección de Julio Rodríguez Villanueva. Llevó a cabo su formación postdoctoral en Estados Unidos (1972-75) en el laboratorio del Premio Nobel Severo Ochoa (Universidad de Nueva York) y en el Instituto Roche de Biología Molecular en Nueva Jersey.

De regreso a España (1975), se incorporó por oposición al Instituto de Microbiología Bioquímica del CSIC en Salamanca, opositó a una agregaduría de la Universidad de Santiago de Compostela (1979), posteriormente cátedra de Microbiología (1981). Al curso siguiente, pasó por traslado a la Facultad de Farmacia de la Universidad Complutense.

Ha sido un trabajador impenitente. Centró su investigación en la Biología Molecular microbiana y la Biotecnología, estudiando microorganismos-modelo, biogénesis de la pared celular, transducción de señales en la célula, patogenicidad y factores de virulencia y aplicaciones a la producción de proteínas recombinantes. Siempre atento al progreso de su ciencia, crea y dirige desde 2001 la primera cátedra extraordinaria de Genómica y Proteómica de la universidad española (patrocinada por los laboratorios Merck, Sharp & Dhome), siendo posteriormente también creador y director del Centro de Secuenciación Automatizada de ADN de la Universidad Complutense.

Su compromiso con la profesión desbordó siempre los límites de su cátedra. Presidió el Consejo Nacional de Especialidades Farmacéuticas y la Federación Europea de Sociedades de Microbiología. Desde 2006 fue académico de número de la Real Academia de Farmacia.

Con todo, la labor de César Nombela en pro de la ciencia española, conoce un salto cualitativo con su nombramiento en 1996 como presidente del Consejo Superior de Investigaciones Científicas. Allí se puso de relieve hasta qué punto su convicción de la importancia social de la ciencia y de que una adecuada administración de la misma era prioridad nacional constituían la pasión de su vida. Me llamó a colaborar con él como uno de los dos vicepresidentes, junto a Miguel García Guerrero. Ambos –y todo el equipo- aprendimos lo que era trabajar sin descanso por un ideal de servicio a la sociedad.

Eran tiempos de dificultades presupuestarias a la salida de una importante crisis económica, pero la seguridad que tenía César de que apoyar la ciencia era lo mejor que se podía hacer, también en aquella coyuntura, nos llevo al resultado de que el CSIC incrementó su plantilla científica en un 23% y sus presupuestos en un 35%, situándose entre los tres primeros organismos de la UE en capacidad de competir por los recursos de investigación de la Comisión Europea.

El ejercicio de la presidencia del CSIC de César Nombela ha servido de ejemplo y lección para el compromiso español con la investigación científica, dentro y fuera de la institución. Las personas (entre las que me cuento) que hemos sucedido a Nombela en esa tarea no hemos podido dejar de mirar lo que hizo. Especialmente yo, que tuve el honor de ser su vicepresidente y, como he dicho, a partir de ahí, discípulo y amigo.

Igualmente fue modelo en el ejercicio como Rector de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo entre 2012 y 2017, puesto en el que también tuve, aunque fugazmente, el honor de sucederle.

Hombre de convicciones, no puedo dejar de mencionar su compromiso con la ética científica. Presidió el Comité Asesor de Ética Científica del gobierno entre 2002 y 2005 y fue miembro del Comité de Bioética de la UNESCO (1993-2003). Sin importarle quedar en minoría, siempre manifestó la verdad tal como la veía. Siempre fue defensor de la vida humana desde su concepción a su muerte natural.

El compromiso de César Nombela queda como referencia fundamental del último medio siglo en la cuestión de la ciencia española.

* Emilio Lora-Tamayo has sido Presidente del CSIC y es Rector de la Universidad Camilo José Cela.

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