Los mecanismos del sueño y todas sus implicaciones siguen representando un gran desafío para la ciencia. Si ya de por sí es complicado estudiar algunos de sus aspectos en seres humanos, en animales se vuelve una tarea todavía más compleja. Pero no imposible. Así lo acaba de demostrar un reciente estudio que ha puesto fin a una pregunta que lleva rondando nada más y nada menos que 25 años: ¿cómo duermen los elefantes marinos?
Publicada en la revista Science por profesionales de Ecología y Biología Evolutiva de la Universidad de California-Santa Cruz (Estados Unidos), la investigación ha determinado que, mientras que estos animales pueden pasar 10 horas durmiendo en la playa durante la temporada de cría, sólo duermen una media de dos horas al día cuando están de expedición marina en búsqueda de alimento, un proceso que puede durar hasta ocho meses.
"Los registros de inmersión que se tenían de los elefantes marinos apuntaban a que estaban buceando constantemente, por lo que pensábamos que debían dormir durante lo que llamamos 'inmersiones a la deriva', que es cuando dejan de nadar y se hunden lentamente, pero realmente no teníamos pruebas de este dato", explica Daniel Costa, que lleva dirigiendo el programa de investigación sobre estos animales en la Universidad de California durante más de 25 años.
Gracias al paulatino desarrollo de técnicas más sofisticadas para rastrear el movimiento y el comportamiento de los animales marinos, los expertos por fin han podido responder con seguridad a esta pregunta, logrando probar que, efectivamente, esta especie es capaz de dormir mientras realiza sus inmersiones. Como dato curioso, cuando se van hundiendo hacia el fondo marino, a menudo el movimiento lo hacen en forma de espiral.
Unos mamíferos poco 'dormilones'
"También descubrimos que no duermen mucho en general, en comparación con otros mamíferos", añade Costa. La cifra de dos horas al día les iguala con aquellos que ostentan el récord de menor tiempo de sueño entre esta clase de animales, los elefantes africanos. Según una investigación publicada en 2017 en Plos One, tan sólo descansan dos horas al día y pueden aguantar hasta 46 horas sin hacerlo.
Como añade Kendall-Bar, investigadora postdoctoral en el Instituto Oceanográfico Scripps de la Universidad de California en San Diego, el caso de los elefantes marinos es diferente, porque tienen la particularidad de que "duermen mucho más cuando están en tierra", llegando incluso a superar la cifra de diez horas mencionada.
La pregunta es: ¿por qué duermen tan poco en el agua? Por ejemplo, uno de los motivos que se aduce en el estudio sobre los elefantes africanos es su gran tamaño. De hecho, se apunta a que son los animales terrestres más grandes de la Tierra. Su enorme peso no les permite estar recostados mucho tiempo, porque podrían dañarse alguno de sus órganos internos.
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La investigación también señalaba que el huir de los depredadores es otro factor importante para explicar esta brevedad del sueño, algo muy común en el mundo animal y que es especialmente relevante en el caso que nos acontece. Como desgranaba a EL ESPAÑOL Daniel M. Peña Guzmán, autor del libro Cuando los animales sueñan: el mundo oculto de la consciencia animal, hay aves que realizan su sueño durante el vuelo para evitar a los depredadores cuando duermen y delfines que tienen un control de la atención con una mitad de su cuerpo, mientras que la otra descansa.
En busca de un lugar seguro
Los elefantes marinos, en el agua, se vuelven muy vulnerables a depredadores como tiburones y orcas, por lo que intentan estar el máximo tiempo posible en estado de alerta durante su inmersión, lo que explica, tanto que duerman en movimiento, como la brevedad con la que lo hacen.
Un claro ejemplo de animales que pueden dormir a pierna suelta son los leones. Son conscientes de que son grandes depredadores, lo que les confiere gran seguridad. De hecho, se pasan el día sesteando entre presa y presa, como reveló el documental de la BBC Animals at night: sleepover at the zoo, que exploró los hábitos nocturnos de cincuenta especies.
No obstante, con los elefantes marinos se ha hecho un descubrimiento más: no sólo duermen en movimiento, también son capaces de reposar en las profundidades del fondo marino. "Tienen la habilidad de aguantar la respiración durante mucho tiempo, por lo que pueden entrar en un profundo letargo durante estas inmersiones a gran profundidad, donde se sienten seguros", agrega Kendall-Bar.
He aquí, además del hallazgo del ciclo del sueño, una de las grandes implicaciones de la investigación, averiguar gracias al comportamiento de los elefantes marinos cuáles son los sitios más seguros para las especies marinas y trazar 'mapas de conservación animal'. "Normalmente, nos preocupamos de proteger las zonas donde los animales van a alimentarse, pero quizá los lugares donde duermen sean tan importantes como cualquier otro hábitat crítico", remacha otra de las autoras de la investigación, Terrie M. Williams, directora del Centro de Investigación y Conservación de Mamíferos Marinos de la Universidad de California-Santa Cruz.