Fotograma de la película Megalodón 2

Fotograma de la película Megalodón 2 EFE/Warner Bros España

Ciencia

Mitos y realidades del megalodón: qué hay de ficción y de cierto en esta especie extinta de tiburón

Este viernes 4 de agosto se estrena la película 'Megalodón 2', que narra una nueva historia sobre estas criaturas que habitaron las profundidades marinas hace millones de años y de las que se conoce muy poco.

4 agosto, 2023 10:22

Este viernes 4 de agosto llega un momento muy especial para los amantes de los tiburones. Se estrena en los cines Megalodon '2', una nueva película que tiene como centro a esta majestuosa especie sobre la que tanto se ha escrito a lo largo de la historia. Un tiburón gigante, de proporciones mastodónticas, que existió hace millones de años

Megalodón '2', cuyo sobrenombre es la 'La Fosa', es la segunda parte de la primera película que se estrenó en el año 2018. En aquella entrega, el éxito lo protagonizaron sus dos personajes principales, Jason Statham y Cliff Curtis, quienes repiten ahora en el nuevo film como rostros más importantes. Un súper estreno que llega a la gran pantalla. 

La primera película sobre el megalodón tuvo una recaudación de más de 530 millones de dólares en taquilla. Bajo la dirección de Ben Wheatley, la secuela trata de contar la aventura del equipo de investigación de Jonas Taylor, el cual inicia una misión para explorar las profundidades del mar.

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Sin embargo, la empresa del equipo de Taylor se ve amenazada por un profundo caos que comienza con la intromisión de un operativo minero en su camino. Después, se ven inmersos en una guerra fatal contra colosales megalodones mientras libran una agónica batalla contra el tiempo. 

Cada vez que se estrenan este tipo de películas o documentales sobre esta misteriosa especie surgen muchas preguntas alrededor de lo que se sabe y lo que no sobre los megalodones. Hay muchas personas que no creen que realmente existieran, que son solo un mito, mientras que otros están convencidos de que en las profundidades inexplorables todavía pueden quedar ejemplares de esta impresionante especie. 

¿Qué es un megalodón?

Lo primero que hay que saber es qué es, o qué fue, un megalodón. El megalodón, también conocido como megalodonte o como Carcharocles megalodon u Otodus megalodon, es una especie de tiburón que se considera extinta, ya que los registros que se tienen de su existencia datan de hace entre 19,8 y 2,6 millones de años. Es decir, se remonta al Cenozoico, entre el incio del Mioceno y el final del Plioceno. 

Los primeros descubrimientos sobre esta especie acercaban al megalodón al gran tiburón blanco, concretamente a la familia Lamnidae. Sin embargo, existe actualmente un consenso casi generalizado de que pertenece a la familia Otodontidae, ya extinta. Sus antepasados podrían llegar a tener más de 100 millones de años. 

El megalodón se considera como uno de los mayores y más poderosos depredadores de la historia de los vertebrados. Respecto a su aspecto, los científicos no concuerdan sobre si un megalodón sería un ejemplar más parecido al gran tiburón blanco, al tiburón peregrino o al tiburón tigre de arena

¿Cómo eran de grandes los megalodones?

Una de las preguntas que más interés generan alrededor de los megalodones son sus dimensiones y su tamaño. Hay que matizar en este aspecto que la mayoría de las estimaciones que existen sobre su volumen se extrapolan de los dientes que se han descubierto en las profundidades y que se han atribuido a esta extinta especie.

Estos tienen una medida de hasta 20 centímetros. A lo largo de la historia también se han podido descubrir alguna piezas consideradas como vértebras de megalodón. Gracias a estos hallazgos, diferentes biólogos marinos han podido asegurar que su cuerpo estaba hecho a base de cartílago, el cual se descompone fácilmente en las profundidades marinas. Esta circunstancia explicaría la dificultad que siempre ha existido para hallar más restos de esta especie. 

Las estimaciones que se han realizado sobre su longitud máxima es que podían tener hasta 18 metros de largo, mientras que los promedios irían alrededor de los 10,5 metros. En cuanto a su peso, las estimaciones se sitúan entre los 35.000 kilos de media y los 65.000 kilos para los ejemplares más grandes. Así pues, llegarían a ser hasta tres veces un gran tiburón blanco. 

Gracias a estas dimensiones y a su fuerza, se cree que los megalodones podrían devorar sin esfuerzo y en pocos bocados presas del tamaño de una orca, un animal que puede llegar a medir unos 8 metros y que tiene un peso de unas 3 toneladas. Además, estas especies serían capaces de ejercer una fuerza con su mordida de entre 110.000 y 180.000 newtons. Su boca tenía una amplitud de 2,7 metros por 3,4 metros de ancho y sus mandíbulas disponían de uno 276 dientes.

Un modelo 3D revela todo lo que era capaz de ingerir esta especie de un bocado

Un modelo 3D revela todo lo que era capaz de ingerir esta especie de un bocado

Casi todo lo que se conoce de estos animales se ha descubierto a través de sus restos fósiles, especialmente de piezas dentales. Estos hallazgos han permitido saber incluso que su distribución se extendía por todo el mundo, aunque su zona cría más habitual eran áreas costeras cálidas

Estaban considerados organismos altamente móviles con un complejo ciclo vital y una amplia distribución geográficatenía con la suficiente flexibilidad de comportamiento como para habitar un amplio rango de ecosistemas marinos. A lo largo de la historia se han encontrado restos de esta especie en zonas de América del Norte, Marruecos, Reino Unido y Australia principalmente. 

Debido a sus dimensiones, constituyó un elemento muy influyente para conformar la estructura de las comunidades marinas de la época, en las cuales tuvo que rivalizar con los cetáceos que también se alimentaban de ballenas. Respecto a su alimentación, el megalodón está considerado "el carnívoro más formidable que jamás haya existido". Era un superdepredador que componía su dieta de delfines, ballenas, pinnípedos, marsopas, sirenios y grandes tortugas.

¿Cuándo se extinguió el megalodón?

Lo primero que hay que tener en cuenta cuando se habla del megalodón es que todo, o casi todo, está por demostrar al 100% y que no hay evidencias ni verdades absolutas. Por lo tanto, la palabra misterio va de la mano del megalodón como si fuera su apellido inseparable. 

Para llegar hasta la verdad sobre la extinción del megalodón hay que tener en cuenta varias teorías, las cuales probablemente han contribuido todas ellas a provocar la desaparición de este tiburón gigante que hoy ni siquiera podemos imaginar. Poco a poco, diversos fenómenos fueron madurando la extinción hacia su trágico final. 

El primero de los grandes factores que contribuyeron a su desaparición fue el enfriamiento de los océanos asociado con el inicio de la Edad de Hielo. Esta circunstancia, unida a la reducción del nivel del mar, provocó que cada vez hubiera menos zonas para que los megalodones pudieran ofrecer un en torno a sus crías que les permitiera sobrevivir. 

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Otra cuestión que aceleró su proceso de extinción fue la reducción en la diversidad de la especie de las ballenas barbadas. Estas sufrieron un cambio en su distribución, acercándose hacia las regiones polares y reduciendo una de las fuentes primarias de alimento de los megalodones, propios de aguas más cálidas. Por último, un estudio realizado en el año 2019 concluyó que la aparición del gran tiburón blanco como competencia también pudo contribuir a la extinción del megalodón de manera significativa. 

La mayoría de estos procesos se produjeron, según algunas investigaciones, por culpa de un importante evento geológico que fue el cierre del paso marítimo de Centroamérica.  Este causó significativos cambios en el medioambiente y en la fauna, incluyendo probablemente la extinción del megalodón.

¿Existe el megalodón en la actualidad?

Esta es una de las preguntas que más ha recorrido la actualidad de estas increíbles criaturas que forman parte de uno de los misterios más grandes del planeta. Los expertos indican que existen evidencias fiables para considerar que el megalodón, como especie, está extinto desde hace muchos millones de años. 

Sin embargo, el hecho de que nada se pueda afirmar con una certeza del 100% en relación a esta especie ha provocado que en el imaginario público se albergue la esperanza de que estos animales puedan seguir existiendo. Esto, unido al desconocimiento de las profundidades marinas, invita a muchas personas a pensar que pueden continuar existiendo tiburones monstruosos de más de una decena de metros de largo y de miles y miles de kilos de peso escondidos en la oscuridad del océano a pesar de que se consideran animales costeros.

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Además, hay que recordar que las aguas del mar cada vez cuentan con mayor temperatura y que el nivel del mismo no cesa de crecer por efecto del cambio climático, dos cuestiones que fueron clave en su extinción y que ahora vuelven a conformar sus condiciones ideales de vida. 

La existencia de estos animales fue descubierta por el hombre durante el Renacimiento tras el hallazgo y análisis de unos fósiles dentales. Esta labor fue llevada a cabo por Nicolas Steno, un naturista danés, en 1667. La representación de estos en una lámina, y la deducción de cómo sería el animal que los poseía, pasó a la historia como la primera ilustración de un megalodón. Sin embargo, no fue hasta 1835 cuando el naturista suizo Louis Agassiz le dio a la especie su verdadero nombre científico

En el año 1872, un hallazgo erróneo de unos fósiles descubiertos por la tripulación del barco HSM Challenger provocó que la idea de que el megalodón siguiera existiendo cogiera fuerza. Afirmaron que estos restos podían tener entre 10.000 y 15.000 años de antigüedad y no millones de años. Sin embargo, posteriormente se consideró esta datación como errónea. 

¿Qué papel ha tenido el megalodón en la ficción?

Como todo aquello que se desconoce y que está tocado por el halo del misterio, el megalodón genera interés. Por eso siempre ha sido el rey de las recreaciones de monstruos marinos en la pequeña y la gran pantalla como sucede ahora con Megalodón '2': La fosa. La mayoría de películas, documentales y novelas sobre el megalodón giran en torno a una misma idea: la supervivencia de una población relicta de este animal que superó la gran extinción de su especie y que ha permanecido en las enormes profundidades del océano.

En muchas de las obras que se han creado alrededor de esta especie se han cometido graves errores, ya sea cifrando la época histórica en la que existieron, agrandando sus dimensiones, equivocando lo que comían o las zonas en las que solían moverse. Algunas de las películas más famosas que se han hecho sobre estas criaturas son Shark Attack 3: Megalodon, la saga Meg o Megalodon, nombre que se dio a dos películas, una estrenada en 2004 y otra en 2018, la cual supone la primera entrega de la que se estrena este viernes en cines.