Imagen de la gala de entrega de premios Nobel de 2023

Imagen de la gala de entrega de premios Nobel de 2023 EFE

Ciencia

Los Nobel de Medicina se olvidan de las mujeres: sólo lo han recibido 13 frente a 227 hombres en 123 años

8 octubre, 2024 02:08

Este lunes se ha conocido el fallo del premio Nobel de Medicina. El galardón ha recaído en Victor Ambros y Gary Ruvkun por su descubrimiento del microARN y su papel en la regulación postranscripcional de los genes. De esta forma, en toda la historia, el total de ganadores se divide en 227 hombres y 13 mujeres. Esto significa que en 123 años, la representación femenina sólo supone un 5,4%. Este dato resulta más sorprendente si se tiene en cuenta que, entre las categorías científicas, es la que tiene un mayor número de mujeres premiadas. 

No se trata de una novedad, tal y como recalca Maite Paramio, presidenta de la Asociación de Mujeres Investigadoras y Tecnólogas (AMIT). "Pasa en todos los ámbitos", lamenta. Los hombres "son más y están más visibilizados", comenta. La veterinaria defiende que para que el galardón se otorgue a mujeres, tiene que tratarse "de algo muy gordo".

Pone de ejemplo a Katalin Karikó, que lo ganó en 2023 gracias al ARN mensajero que permitió crear las vacunas para combatir el covid-19 y acabar con la crisis provocada por el virus. "Si no hubiera sido por la pandemia y no se hubiera podido utilizar su sistema, hubiera pasado desapercibida". La edición pasada, la bioquímica húngaro-estadounidense compartió los laureles con el inmunólogo Drew Weissman. 

La presidenta de AMIT asegura que en casos "menos populares, de interés científico", hay más posibilidades de que lo reciban aquellos que cuenta con más visibilidad, que casi siempre son hombres. Sobre los ganadores de este año, Ambros y Ruvkun, la veterinaria afirma: "Seguro que su laboratorio está lleno de mujeres".

Los premios Nobel tuvieron su primera edición en 1901. Sin embargo, el de Fisiología o Medicina no recayó en una mujer hasta 1947. La afortunada fue Terty Theresa Cori por su descubrimiento del mecanismo de la conversión catalítica del glucógeno. Después de ella, hubo que esperar hasta 30 años para volver a ver cómo lo recogía una investigadora. Antes de Karikó, la última en recibirlo, había sido la científica china Tu YouYou.

Paramio cree que este tipo de premios en ciencia son "injustos", ya que suelen recaer en una persona. No obstante, los grandes avances suelen ser fruto de la colaboración de muchas personas. "Recaen en el jefe, pero el trabajo se ha hecho en grupo", apunta. La investigadora lamenta que la tónica habitual es que la cara visible de este tipo de proyectos colaborativos sean hombres en vez de mujeres. "Así es muy difícil conseguir esa mayor presencia femenina en los galardones", se queja. 

A pesar de todo, las otras dos disciplinas científicas que se premian con el Nobel están aún peor. En Química solo se ha reconocido a ocho mujeres y en Física a cinco. En total, hay 25 mujeres frente a más de 600 hombres. La representación femenina entre los laureados por los galardones suecos no llega ni siquiera al 4%. 

Cómo acabar con la brecha

Las ciencias de la salud es la disciplina que cuenta con el mayor porcentaje de presencia femenina. Aun así, este tipo de datos demuestran que todavía queda un camino muy largo por recorrer y hacen falta muchas medidas para ello. En España se ha conseguido avanzar un poco en este sentido, dice Paramio. Desde AMIT han conseguido que el Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades aplique una medida para que, tanto las candidaturas como los tribunales, sean paritarios en los premios nacionales. En el caso de los aspirantes a ganarlos, para asegurar esa igualdad, las instituciones que propongan investigadores deben hacerlo en el mismo número de mujeres que de hombres.

Paramio está convencida de que las cuotas son, prácticamente, la única forma de acabar con esta brecha de género. Los hombres resultan ganadores en la mayoría de las ocasiones también porque son mayoría. "El porcentaje de candidatas es muchísimo menor", argumenta. En este sentido, una herramienta como la que propone la veterinaria puede facilitar que se alcance la paridad. "Es lo único que ha funcionado siempre para lograrla". En este sentido, aboga por obligar a que los premios "neutros [que no distinguen entre categoría femenina y masculina]" cuenten con la misma cantidad de investigadoras que de investigadores entre los aspirantes.

Lo que queda por hacer

Los premios y el reconocimiento son muy necesarios para las científicas. No obstante, también luchan todavía para lograr el acceso a los puestos de liderazgo. "Nos preocupa mucho más poder dirigir nuestros proyectos y nuestros equipos", agrega la investigadora. 

La presidenta de AMIT reconoce que deben ser ellas quienes reivindiquen ese papel y ese aumento de su presencia. "Los hombres nunca lo van a querer hacer". Esto también pasa por denunciar esa infrarrepresentación siempre que sea vea. En AMIT saben mucho de eso: la asociación cuenta con una base de dato con 4000 expertas en todos los campos. Sin embargo, por desgracia, no sirve de nada si las científicas no hacen ese esfuerzo por visibilizar su trabajo y denunciar la desigualdad. "Se invitan y se dan los premios entre ellos".