Este es el país europeo donde los bebés duermen la siesta a -5 grados: su descanso es mejor que el español
- Numerosos expertos respaldan esta tradición nórdica debido a los beneficios que aporta que los pequeños duerman al aire libre.
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Aunque para muchos de nosotros puede parecer extraño o incluso peligroso, en este país, ubicado en el norte de Europa, esta costumbre está completamente normalizada. Se conoce como la "siesta nórdica" y forma parte de la rutina diaria de muchas familias.
Contrario a lo que podría parecer en otras partes del mundo, en Noruega esta práctica consiste en dejar a los bebés dormir en sus carritos, en las aceras o jardines, mientras los padres disfrutan de su tiempo en el interior de cafeterías, restaurantes o en casa. Aunque a primera vista puede parecer que los pequeños están abandonados, en realidad están muy bien cuidados.
Los bebés están cubiertos con ropa de lana y dentro de sacos de dormir especiales que los mantienen bien abrigados. Además, los carritos están protegidos del viento y la nieve, por lo que los pequeños disfrutan de un descanso más que cómodo.
Se cree que el aire fresco fortalece el sistema inmunológico de los pequeños y reduce el riesgo de resfriados, ya que en los espacios cerrados los virus y bacterias tienden a acumularse. Además, los padres aseguran que los niños duermen más y mejor en el exterior, ya que, al estar bien abrigados, evitan el sobrecalentamiento que podría ocurrir en interiores.
Los beneficios de esta costumbre han sido respaldados por médicos e investigadores, quienes aseguran que los niños que duermen al aire libre tienen menos infecciones respiratorias y son capaces de aguantar siestas más profundas.
Sin embargo, esta práctica no solo se limita a los hogares, ya que incluso las guarderías permiten que los niños menores de tres años duerman al aire libre en sus carritos. Sin embargo, hay límites: si las temperaturas alcanzan los 15 grados bajo cero o la sensación térmica es extrema, los bebés duermen dentro.
Aunque en muchos países esta práctica podría ser considerada un caso de abandono infantil, en los países nórdicos forma parte de una filosofía de crianza que valora el contacto con la naturaleza.
La tradición de la "siesta nórdica" tiene su origen en el siglo XIX y con el paso de los años se ha ido consolidando como una costumbre cultural en países como Noruega, Suecia y Finlandia, perdurando hasta la actualidad, donde se ha convertido en una parte fundamental de la crianza en estas regiones.
Esta tradicional siesta, que sorprende a todo aquel que visita este país nórdico, parece ser más beneficiosa para los bebés que la que se practica en España. Dormir al aire libre fortalece su sistema inmunológico y mejora la calidad del sueño, algo que según detallan los expertos, no ocurre en los interiores cerrados de las casas españolas.