La 'burbuja agrícola' existe y es peor que la inmobiliaria: roba agua que no hay
La Asociación de Naturalistas del Sureste (ANSE), Premio Fundación BBVA a la Conservación de la Biodiversidad, denuncia los regadíos ilegales.
1 diciembre, 2017 03:43Noticias relacionadas
No es la melena cana y salvaje lo que impacta de la fisionomía de Pedro García Moreno, sino sus manos: grandes, fuertes y cuadradas, hechas para el campo. Para abrir la tierra, arrancar malas hierbas o asir con firmeza y cuidado a una criatura que necesita auxilio. Se mueven poco mientras habla, explicando el trabajo de la organización que dirige, la Asociación de Naturalistas del Sureste (ANSE), reconocida por los Premios Fundación BBVA a la Conservación de la Biodiversidad 2017. Lo justo para asentar la importancia de sus palabras.
"Lo inteligente para el mundo desarrollado en las próximas décadas es invertir en Medioambiente, siendo conscientes de que normalmente lo solemos recibir con intereses mucho mayores. Las consecuencias económicas de una mala gestión de la naturaleza son infinitamente peores, en muchísimos caso, que apostar por el crecimiento disparatado a corto plazo. Nos lo ha demostrado el sector urbanístico. Y creo que nos lo va a demostrar la agroindustria en los próximos años. Igual que hubo una burbuja inmobiliaria, ahora mismo hay una burbuja de la agroindustria en parte del territorio de la Península Ibérica".
Este geólogo y técnico de medio ambiente se incorporó a ANSE en la década de los ochenta cuando la organización ya contaba con más de diez años de vida. Nació como una asociación de "naturalistas" porque el 'ecologismo' tenía una carga subversiva intolerable bajo el franquismo. La etapa de García Moreno encadena más de treinta años de activismo, denuncia e iniciativas por la conservación. "Es un mérito que una Fundación ligada al mundo financiero otorgue independencia al jurado como para reconocer a una entidad como la nuestra, criticada en ocasiones por querer evitar el progreso" - reconoce.
Y es el que el director de ANSE no se muerde la lengua a la hora de denunciar los desmanes previos a la crisis. "Uno de los problemas más importantes que seguimos arrastrando es el desarrollo urbanístico tras la desaparición de las grandes cajas, fusionadas con bancos con préstamos estatales impresionantes. Se están produciendo sentencias que condenan a algunos ayuntamientos a que devuelvan las fianzas depositadas por algunas de esas inmobiliarias que han quebrado, a cambio de los desarrollos y las infraestructuras para ciertos planes parciales que finalmente no se han ejecutado".
García Moreno cita el ejemplo de Lorca, Murcia, que ha tenido que endeudarse por los más de 60 desarrollos urbanísticos proyectados de línea de costa hasta las pedanías altas, y advierte de intentos de "reflote" de urbanizaciones e infraestructuras que la crisis dejó a medias, azuzados por la mejora de la economía. "Algunas de las mayores trasformaciones de suelo agrícola que se están produciendo, por ejemplo en el campo de Cartagena, son en zonas en las que se había aprobado inicialmente urbanismos que no se van a llevar a la práctica. Su propiedad pertenece a bancos".
Y mientras pagábamos todavía la factura del boom inmobiliario, la burbuja de la agroindustria se abría paso. "En uno de los lugares más secos de Europa se han transformado cientos de hectáreas de cultivos tradicionales hacia el regadío. Algunos los hemos denunciado por ilegales, fuera de los aprobados en el Plan de Cuenca del Segura que ya había legalizado miles de hectáreas de regadío irregular. El campo de Cartagena, 'la joya de la Corona' para el sector y la administración por el número de cosechas, el grado de producción y los canales de comercialización, se ha ido roturando a pesar de que no hay agua disponible" - clama García Moreno.
En el área semiárida del sureste de la Península, explica, se optimiza y ahorra el agua como en pocos lugares de Europa, si no del mundo. Las depuradoras y desaladoras reducen la dependencia y benefician al ecosistema: "La Rambla de las Moreras, en Mazarrón, o Molina del Segura, espacios protegidos a nivel de la UE"- cita. "Pero casi toda el agua reutilizada ha sido empleada en ampliar regadíos, y las expectativas que generan las nuevas tecnologías todavía han creado demanda más allá del agua disponible no ahora, sino con la que teníamos hace unos años con los trasvases, hasta el punto de que nos falta más agua que nunca".
La batalla por un modelo sostenible
Hay un caso que García Moreno disfruta recordando. "La primera reserva marina de interés pesquero que se crea en la región de Murcia es la de cabo de Palos e Islas Hormigas. Tenía la oposición del sector pesquero, que entendían que la declaración de la reserva iba a suponer la desaparición de los pescadores. Veinte años después, hay más pesca que nunca. Los más viejos no recuerdan tal cantidad de peces. El nivel de ingresos es muy alto y además se genera muchísimo empleo, con diez empresas de buceo que trabajan todo el año con gente que viene a practicar submarinismo en uno de los mejores lugares del Mediterráneo".
Parque Natural de Calblanque, Salinas y Arenales de San Pedro del Pinatar, cabo de Gata - Níjar... El director de ANSE desgrana los lugares que estuvieron a punto de desaparecer bajo los desarrollos urbanísticos y las grandes infraestructuras, y que ahora son la postal turística y el motor económico para Murcia, Almería y "en parte de Alicante". El almeriense Desierto de Tabernas -"fíjate qué paradoja, uno de los entornos más secos de Europa"- que ha servido de escenario a producciones como Juego de Tronos es seña de identidad de toda un provincia... "Junto con algún artista, últimamente" - añade.
La paralización del hotel del Algarrobico, en la que ANSE juntó fuerzas con Greenpeace y otras organizaciones, es una de sus victorias. Otra fue la paralización de la construcción del puerto de San Javier de la Manga en el Mar Menor, que lograron con el apoyo del Ministerio de Medio Ambiente que por entonces dirigía Cristina Narbona. El litigio con la Comunidad de Murcia sigue adelante, pese a que colaboran juntos en proyectos como la conservación de las praderas marinas de la laguna. "El lugar ya está colapsado. No tiene sentido alojar cientos de barcos que se usan cinco o seis días de media al año".
Frenar el proyecto del macropuerto de contenedores del Gorgel en Cartagena -Escombreras es otro caballo de batalla: se adosaría a la Sierra de La Fausilla, intacta de momento por su inaccesibilidad. El último reducto natural de "un sitio en el que todo el valle litoral ha sido completamente transformado por el desarrollo industrial, donde tenemos la mayor refinería de petróleo de España, uno de los mayores puntos de almacenamiento de gas y crudo, tres grandes centrales de ciclo combinado, un cementerio de residuos peligrosos, varias canteras a cielo abierto, plantas de fertilizantes..."
"Uno de los problemas de la sociedad actual es que sigue justificando la necesidad de un crecimiento ilimitado para salir de la crisis, como si eso lo garantizara todo. Como hemos comprobado en los últimos 15-20 años, las inauguraciones no equivalen forzosamente a progreso" - concluye el director de ANSE. "Hay legislación, pero hay que llevarla a la práctica, y nuestra educación ambiental, en cierta medida, no termina de funcionar del todo. Es una cuestión de responsabilidad social para todos".