Los estadounidenses recordarán este 4 de julio, día de su fiesta nacional, como la noche en que llegaron a Júpiter, el mayor planeta de nuestro sistema solar. Después de un viaje de casi cinco años, la sonda Juno ha iniciado la maniobra para insertarse en la órbita de este planeta un poco después de las 5:20 de la mañana, hora española.
A lo largo del día de ayer, la nave espacial penetró en la magnetosfera de este planeta joviano -también llamado gigante gaseoso- desde la que orbitará 37 veces a lo largo de los próximos 20 meses.
Entre las principales respuestas que Juno ofrecerá en el futuro está la composición de la atmósfera de Júpiter, la estructura de sus campos magnéticos o el aspecto de los polos, ya que es la primera sonda que orbitará sobre ellos, a unos 5.000 kilómetros de altura. Otro de los misterios está en su núcleo, y los datos recogidos por la nave servirán para explicar la formación del segundo cuerpo celeste más grande de nuestro sistema, con una masa 300 veces superior a la Tierra.
La resolución del sensor Kodak que la sonda lleva incorporado ofrecerá imágenes con una resolución de hasta 3 kilómetros por píxel en las zonas de mayor aproximación. Para ver estas fotos habrá que esperar, sin embargo, hasta finales de agosto.