Jean Pierre Sauvage, Fraser Stoddart y Bernhard Feringa logran el prestigioso galardón por sus estudios sobre el diseño y síntesis de máquinas moleculares, sistemas mecánicos que son mil veces más pequeños que un cabello humano.
En 1983, Sauvage y su grupo construyeron una cadena de moléculas (catenano) que, unidas mecánicamente con un ión de cobre, abrieron un campo de enormes posibilidades: el de las máquinas moleculares. Ocho años más tarde, en 1991, Stoddart creó una nueva estructura llamada rotaxano, una especie de lanzadera molecular que empleaba métodos electroquímicos para mover sus partes y controlar el movimiento. En 1999, Feringa hacía méritos para unirse al trío de ganadores gracias a su magnífico logro científico: el motor molecular.
El trabajo de estos científicos ha promovido la creación de nuevas estructuras, cada vez más complejas y capaces de imitar, por ejemplo, la contracción y expansión de nuestros músculos a un nivel microscópico.
"Es un logro análogo a la revolución de las máquinas eléctricas de comienzos del siglo XIX", ha destacado el comité del Nobel de Química.
¿Quiénes son?
El químico supramolecular parisino Jean Pierre Sauvage (1944) es profesor emérito en la Universidad Louis Pasteur de Estrasburgo.
Fraser Stoddart es escocés, aunque actualmente investiga y da clase en la Northwestern University de Illinois, Estados Unidos.
Por último, el especialista holandés en nanotecnología molecular y catalizadores Ben Feringa investiga en la universidad holandesa de Groningen.
Reacciones
Feringa ha intervenido minutos después del anuncio diciendo, previsiblemente: "No sé que decir, estoy muy emocionado".
Para el científico neerlandés, "fue un shock la primera vez que vimos movimiento a nivel molecular, no podía creer que realmente estuviera funcionando" su motor sintético. "Una vez pudimos controlar el movimiento las posibilidades se abrieron, pudimos hacer el equivalente a ascensores celulares o materiales que transportaran y administraran medicamentos".
¿De quién más se hablaba para el premio?
Aunque en España ha sonado mucho el nombre de Francis Mojica, el microbiólogo de la Universidad de Alicante que descubrió a principios de los años 90 las secuencias CRISPR, los principales favoritos para alzarse con el Nobel de Química eran precisamente aquellos que lograron una aplicación terapéutica para este sistema en roedores y humanos: George Church, de la Escuela Médica de Harvard, y Feng Zhang, del Instituto Broad del MIT.
Otros de los plausibles ganadores según los méritos contraídos en los últimos años incluían a Dennis Lo Yuk Ming, de la Universidad de Hong Kong, por su detección del ADN fetal en células libres, que supuso una revolución en los test pre-natales no invasivos.
También los japoneses Hiroshi Maeda y Yashuriho Matsumura han estado en las quinielas por su descubrimiento del efecto de permeabilidad y retención aumentada o ERP, un avance clave en el desarrollo de fármacos más eficaces contra el cáncer.
¿Quién ganó el Nobel de Química en 2015?
Los bioquímicos Thomas Lindahl, Paul Modrich y Aziz Sancar se llevaron el premio por sus trabajos sobre los mecanismos que utiliza el ADN para auto-repararse. Como dijo hace ahora un año a EL ESPAÑOL la investigadora de la Universidad de Berkeley Jennifer Doudna, cuyo nombre suena cada vez con más fuerza como ganadora del Nobel, el premio de 2015 fue "un reconocimiento muy merecido a la ciencia y a científicos excepcionales cuyo trabajo ha influido en varios campos de la biología, la química y la medicina".