El descubrimiento científico no es algo tan imprevisible como podría sugerir la idea equivocada de un tipo gritando "¡eureka!" en su laboratorio. De hecho, algunos de los hitos científicos más importantes del año que entra ya habrán sido escritos, aunque de momento sólo son conocidos por sus descubridores, a la espera de que otros expertos los validen antes de su divulgación. Así ocurrió con el hallazgo estelar de 2016, el de las ondas gravitacionales, detectadas en realidad en septiembre de 2015. Los avances científicos más importantes de 2017 nos sorprenderán, pero podemos adelantar algunos que ya están marcados en la agenda.
1. Sonría, agujero negro
La novedad más interesante que figura en la agenda científica de 2017 es la posible obtención de la primera imagen de un agujero negro en la que pueda apreciarse su frontera, llamada horizonte de sucesos. Este es el objetivo de una red de radiotelescopios distribuidos por todo el mundo que colectivamente forman el llamado Event Horizon Telescope, un observatorio virtual que combina los datos de todas las instalaciones participantes para convertir el planeta en un enorme ojo. Y este ojo espera contemplar una media luna de gas girando alrededor del agujero negro supermasivo en el centro de nuestra galaxia. Incluso con un telescopio virtual de escala planetaria, el reto es titánico: un astrónomo lo ha comparado a observar desde la Tierra un CD en la superficie de la Luna.
2. ¿Hasta nunca, ébola?
La última gran noticia científica de 2016 llegaba a finales de diciembre, ya después de haberse cerrado los balances del año: la vacuna contra el virus del Ébola rVSV-EBOV que se encontraba en pruebas en África occidental es eficaz al cien por cien, según demuestra la fase III de un ensayo clínico llevado a cabo en aquella región con casi 12.000 personas. En 2017 se emprenderán los estudios de eficacia en niños y personas vulnerables, como los infectados por VIH, y se espera que se solicite su aprobación para su uso en la población general.
3. El huracán Trump
No se puede decir que el presidente electo de EEUU, Donald Trump, sea de los que ocultan sus intenciones: si algo no se le puede achacar, al menos hasta ahora, es el tener doble cara. Trump ha sido muy claro en su negacionismo del cambio climático, por lo que nadie debería sorprenderse si se retracta de los compromisos previamente adquiridos por la administración de Barack Obama. Pero el clima no será el único perjudicado: la ciencia encargada de estudiarlo en EEUU podría sufrir una grave sequía de fondos. Otro campo de investigación que tiembla ante la toma de posesión de Trump es el de las células madre embrionarias humanas, que teme una concesión del nuevo presidente a las presiones de los grupos religiosos.
4. Primeros niños con tres padres
En diciembre, Reino Unido se convirtió en el primer país del mundo en autorizar legalmente lo que la prensa ha bautizado como "niños de tres padres", un procedimiento que borra en los embriones la herencia de terribles enfermedades genéticas transmitidas por un ADN defectuoso de la madre. Se trata de un ADN que no pertenece a los 23 cromosomas nucleares, sino que se encuentra distribuido por el resto de la célula en las mitocondrias, los generadores de la energía celular que el embrión hereda mayoritariamente de su madre. La técnica utiliza el óvulo de una donante sana que sólo aporta este ADN, mientras que los 23 cromosomas proceden del padre y la madre.
Aunque este año se anunció el primer nacimiento fruto de esta técnica, el resultado se amparó en el vacío legal existente en México, donde se llevó a cabo el procedimiento, dirigido por el especialista chino afincado en EEUU John Zhang.
En 2017 nacerán en Reino Unido los primeros niños por donación mitocondrial con el amparo de la ley, y es posible que otros países se sumen.
5. China pide la Luna, o al menos un trozo
China se ha convertido ya en la segunda potencia científica mundial por número de publicaciones, lo que implica que su ciencia está cada vez más internacionalizada. Pero sus misiones espaciales aún están muy lejos de alcanzar la transparencia de las de agencias como la europea (ESA) o la estadounidense (NASA). Sería deseable que en 2017 pudiéramos estar puntualmente informados del progreso de la misión Chang’e-5, que debería lanzarse en los próximos meses con destino a la Luna para recoger unos dos kilos de arena y rocas y traerlos de vuelta a la Tierra. Será la primera misión de retorno de muestras lunares desde la soviética Luna 24 en 1976.
6. Cassini, a lo kamikaze
La sonda Cassini de la NASA se quedará a sólo un mes de cumplir sus 20 años en el espacio. Para el 15 de septiembre de 2017, los directores de la misión tienen planificada una zambullida final hacia Saturno que pondrá fin a un fructífero gran viaje por el Sistema Solar, con escalas en Venus y Júpiter. La última actuación de un artefacto espacial da ocasión a sus responsables de arriesgar más allá de lo prudente, y para Cassini han diseñado un auténtico encaje de bolillos cósmico: actualmente describe órbitas que casi rozan los anillos de Saturno, pero el 22 de abril saltará para insertarse por el hueco de 2.400 kilómetros que queda entre el planeta y sus aros. Allí dará 22 vueltas antes de precipitarse a su fin. Y por supuesto, informará de todo ello.
7. El Sol juega al escondite
Los afortunados que se encuentren el 21 de agosto de 2017 en un estrecho corredor que cruza Estados Unidos en diagonal desde el norte de Oregón hasta Carolina del Sur tendrán oportunidad de contemplar uno de esos fenómenos que no se ven todos los días: un eclipse solar total. En Europa no tendremos tanta suerte, pero es posible que asistamos también a un bonito espectáculo. En gran parte del oeste europeo, más o menos todo lo que queda a la izquierda de una línea trazada entre Oslo y Murcia, veremos un eclipse parcial. En la Península coincidirá con el ocaso; de hecho, el Sol se pondrá antes de terminar el eclipse, lo que también será una rareza digna de verse, si las nubes no lo impiden.
8. ¿Se puede poner el pie en Júpiter?
Es una de esas preguntas que los niños hacen y que descolocan a los padres: si Júpiter es un planeta de gas, ¿se puede estar de pie en él o simplemente se atravesaría hasta llegar al otro lado? En cualquier caso, hay una evasiva muy a mano para los padres: la masa de Júpiter es tan inmensa que su gravedad aplasta todo lo que se acerque demasiado. Pero lo cierto es que, hasta hoy, ni siquiera los científicos saben con certeza si en el interior de Júpiter hay un núcleo sólido en el que un ser hipotéticamente indestructible pudiese poner el pie. Tal vez en 2017 lo sepamos: la sonda Juno de la NASA está elaborando un mapa en 3D del interior del gigante gaseoso que quizá podría resolver la duda.
9. Los coletazos del zika
Aunque haya desaparecido de los titulares, el riesgo del virus del Zika no está ni mucho menos olvidado. La Organización Mundial de la Salud puso fin a la Emergencia Internacional de Salud Pública el pasado noviembre, cuando ya no se temía una pandemia global, pero la epidemia continúa activa en las regiones nativas del mosquito Aedes aegypti, y es de esperar que el próximo año nazcan muchos bebés con microcefalia u otras anomalías. En 2017 algunas de las vacunas en desarrollo o en pruebas deberán demostrar su eficacia, pero la vacunación en masa aún será un objetivo lejano. Mientras tanto, los expertos advierten de que otros virus tropicales podrían comenzar a llamar a nuestras puertas.
10. Corregir genes contra la enfermedad
La biomedicina continúa explorando las posibilidades de CRISPR, la herramienta de edición genómica a la que se le augura un futuro brillante en la corrección de genes para la eliminación de enfermedades. En China, donde la regulación es laxa, ya la han probado en embriones humanos al menos en dos ocasiones, para curar una enfermedad de la sangre o inducir resistencia al virus del sida, y también han comenzado a ensayarla en enfermos de cáncer. En occidente, donde la aprobación de nuevas terapias lleva su tiempo, ya están en marcha ensayos clínicos con otras herramientas genéticas más primitivas, pero en 2017 debería arrancar en EEUU la primera prueba de CRISPR contra el cáncer, aprobada el pasado junio.