Al tiempo que presentaban sus avances en distintos terrenos, como puedan ser la inteligencia artificial o la realidad virtual, y daban sus primeros pasos en nuevos escenarios de la industria, los gigantes de la tecnología no han olvidado este 2016 el lanzamiento de su buques insignia en telefonía. Todos y cada uno de ellos disfrutaron de su cuota de protagonismo cuando anunciaron al mundo la llegada de su nuevo smartphone. Unos, como era de esperar, con más suerte que otros.
Al que peor le ha salido la jugada, sin lugar a dudas, es a Samsung. El terminal que debía mantener a la firma coreana en la pugna con Apple, el Galaxy Note 7, ha terminado siendo un completo desastre. Las numerosas explosiones de sus baterías alrededor de todo el mundo han obligado a la compañía a retirar del mercado y abandonar la fabricación de su principal terminal. De no haber sido por este problema, este teléfono móvil habría dado muchas alegrías a Samsung, pues se trataba de un dispositivo de gama alta que bien podría haber peleado con el iPhone. En su ausencia, el Galaxy S7 y su versión Edge se han quedado solos frente al enemigo.
Antes de que todo esto ocurriera, la firma de la manzana mordida ya había presentado al mundo sus nuevas criaturas, el iPhone 7 y el iPhone 7 Plus. Sin grandes novedades, el buque insignia de Apple traía una sorpresa que, visto lo visto, agradó bastante a sus seguidores. La ausencia del puerto jack 3.5 para los auriculares, que a muchos les parecía descabellada, parece haber dado buenos resultados a tenor de la expectación generada por los AirPods, los auriculares inalámbricos de la firma. Pero, al margen de esto, poca novedad. Los de Cupertino siguen apostando por la fotografía (la versión Plus tiene 12 megapíxeles en su cámara trasera y delantera) y la resistencia al agua y el polvo son sus grandes alicientes.
Quien ha entrado en la pugna en los terminales de gama alta, jugándose el todo por el todo, ha sido Google con sus Píxel. Atrás quedaron aquellos Nexus, con unas increíbles prestaciones y a un precio muy asequible. Con sus nuevos buques insignia, la firma de la gran G ha mejorado las características de aquellos terminales y, como era de esperar, su precio ha crecido considerablemente. Si queremos disponer un teléfono móvil con mejor cámara que la del iPhone 7, tendremos que invertir 759 euros. Ahí es nada.
Las firmas chinas, a por todas
Y mientras los gigantes de Silicon Valley batallaban y encarecían sus teléfonos móviles, las compañías chinas han seguido apostando un año más por teléfonos con un gran equipamiento a un precio sumamente reducido. En la línea de lo que había hecho en años anteriores, Xiaomi ha presentado un smartphone que ha llamado mucho la atención de todo el mercado. Con el Mi5, la firma asiática lo ha vuelto a conseguir: ha vuelto a poner en el mercado un producto con unas prestaciones atractivas, para todos los públicos, y todo ello por menos de 300 euros. Si bien a muchos no les convence su diseño, lo cierto es que un terminal con una cámara de 16 megapíxeles, un procesador similar al de los Samsung y una batería de hasta 3000 mAh, por lo que cuesta, resulta tentador.
Otra compañía que ha apostado un año más por esa misma filosofía de grandes prestaciones a precios razonables ha sido One Plus. Tras el éxito conseguido con sus primeras versiones, la compañía ha lanzado el One Plus 3 y el 3T, dispositivos capaces de mirar frente a frente a terminales como el iPhone o los Píxel pero con un precio muy inferior. Sin ir más lejos, la versión con más memoria, con hasta 128 gigas, tiene un precio por debajo de los 500 euros. Entre sus prestaciones, una de las más destacadas es su batería y su carga, pues en apenas media hora el terminal puede tener la energía necesaria para funcionar durante un día.
Otros tantos a los que no perder de vista
Son numerosas las empresas que han tenido su protagonismo y cuyos productos en el terreno de la telefonía han llamado la atención, pero no todas han sido capaces de plantar cara a los iPhone, Píxel, Galaxy o One Plus. No obstante, hay otros smartphones que sí han logrado dar un mordisco al mercado. Un ejemplo de ello es el Huawei P9 Plus, que, con una tecnología en sus cámaras avalada por la firma Leica, ha intentado llamar la atención de quienes no pueden pasar un día entero sin disparar fotos a diestro y siniestro.
Junto al último lanzamiento de la firma china, tampoco podemos quitar méritos al Moto Z, el smartphone gama alta de Lenovo para competir en el mercado con los grandes. Con un diseño ultrafino, mucho más cuidado que sus antecesores, la compañía ya se adelantó a Apple en junio a la hora de lanzar su teléfono móvil sin conector minijack para los auriculares. A esto hay que sumar los novedosos Moto Mods, una serie de accesorios que lanzó Lenovo para dotar de mayores prestaciones a su buque insignia.
Como se puede apreciar, 2016 ha dado para mucho en el terreno de la telefonía móvil. Se podría decir que, junto al eterno propósito de hacer cámaras más potentes y baterías con mayor autonomía, a lo largo del año que ahora acaba se ha impuesto la obsesión por eliminar cables. Apple y Lenovo abrieron el camino, ¿les seguirá el resto?