Hace unas semanas la célebre casa de subastas Christie's consiguió un precio récord por una primera edición de los Principia Mathematica, la emblemática obra de Isaac Newton. Algo más de 3,7 millones de dólares (3,5 millones de euros) por una copia original del que para muchos es el libro científico más importante de la Historia. Aunque muchas webs han titulado la noticia como "El libro de ciencia más caro", lo cierto es que los casi cuatro millones de dólares alcanzados por Newton apenas le sirven para entrar rozando el top 5 de las obras científicas más costosas de la Historia.
Una exclusiva lista que encabeza, con diferencia, una obra del genio del Renacimiento, Leonardo da Vinci, que en 1994 consiguió hacerse con el verdadero título de libro científico más caro jamás vendido y que, más de 20 años después, aún conserva su corona.
Se trata del Códice Hammer, también conocido como Códice Leicester, un manuscrito que perteneció a la familia del Conde de Leicester durante más de dos siglos y medio, hasta que en 1980 fue adquirido por 5 millones de dólares por el magnate del petróleo Armand Hammer. Finalmente, en noviembre de 1994 pasó a ser propiedad del multimillonario Bill Gates que llegó a pagar algo más de 30,8 millones de dolares (29,16 millones de euros) durante una subasta de Christie's.
Se trata de un compendio de numerosas materias (astronomía, geología, meteorología e incluso paleontología), escrito de puño y letra por Da Vinci entre los años 1.508 y 1.510, en los que el italiano se adelanta a su tiempo con teorías realmente interesantes, como que los fósiles encontrados a gran altura se explican por la elevación de los fondos marinos hasta convertirse en montañas.
Curioso resulta el caso de la obra The birds of America, del naturalista, ornitólogo y pintor estadounidense John James Audubon, que ocupa el segundo, el tercero y también el cuarto puesto en la lista de los libros más caros jamás subastados.
Actualmente existen 119 copias completas de este gigantesco libro de 435 ilustraciones, cuya principal característica es que fueron pintadas a mano por Audubon y en las que las aves fueron representadas a escala real, una exigencia que obligó al autor a utilizar toda su imaginación para que especies de gran tamaño, como el flamenco o la garza azulada, pudieran caber en sus páginas.
Tres de estas últimas copias han batido récords en diferentes subastas: En 2000 una impresión completa de la obra de Audubon se vendió por 8,8 millones de dólares, en 2012 y nuevamente en Christie's se subastó otro ejemplar que alcanzó los 7,9 millones de dólares y en 2010, esta vez mediante Sothesby llegó a los 11,5 millones, consiguiendo así que tres de los cinco libros científicos más caros de la Historia sean en realidad copias de la misma obra.
¿Qué precio tiene un libro antiguo?
Para contestar a esta peliaguda cuestión visitamos la biblioteca particular de Miguel Botella, catedrático de Antropología en la Universidad de Granada y ávido coleccionista de libros. "Un libro solo tiene un precio fijo cuando sale de imprenta y lo compras nuevo en la librería, a partir de ahí depende de tantas cosas que es impredecible", sostiene.
En primer lugar hay que atender a la importancia histórica del libro. "El simple paso del tiempo no es suficiente para revalorizar una obra, que sea antiguo no es sinónimo de un precio alto", explica Botella, que añade: "El papel que ese libro ha desempeñado en la historia es un elemento decisivo. En el caso de obras que no sólo son hitos científicos sino que han cambiado radicalmente nuestra visión del mundo, es lógico que sean objeto de culto para cualquier coleccionista y que su precio se dispare".
Después existen infinidad de detalles que determinan su valía económica. Estado de conservación, el número de copias en el mercado, la edición e impresión del libro, la encuadernación... "y por supuesto, el factor humano", apunta el antropólogo, "al fin y al cabo, los coleccionistas somos caprichosos y si en una subasta coinciden varias personas que quieren un mismo objeto, su precio puede elevarse de manera insospechada".
Otro aspecto que aumenta significativamente las pujas por un texto antiguo es la propia historia del libro: "Si perteneció a alguien importante, si está firmado por el autor o si es una edición especial, el precio también puede verse alterado".
Los más buscados
Una gran parte de las primeras ediciones de las obras científicas más importantes se encuentran en museos, archivos y bibliotecas, lo cual hace que las copias disponibles en el mercado sean muy escasas. No obstante, cada cierto tiempo aparecen en subastas públicas algunos ejemplares codiciados por los coleccionistas.
Como no podía ser de otra forma, Newton ocupa las primeras posiciones en las ventas y subastas de libros científicos y así, sus primeras ediciones han llegado a alcanzar pujas millonarias. En 2015, y a través del portal online Ebay, Sothesby consiguió 1,1 millones de dólares por un ejemplar único del Opticks: una presentation, una copia de la primera edición, dedicada por Newton a su amigo el astrónomo Edmund Halley. En enero de 2010, durante la Feria del libro de Stuttgart (Alemania), otra copia de los Principia Mathematica se vendió a un pujador anónimo por más de 300.000 dólares.
Otro de los más codiciados es Charles Darwin, cuyas primeras ediciones si bien no logran las cifras de Leonardo o Newton, sí consiguen abarrotar las salas de subastas... o incluso dar una alegría a sus afortunados propietarios, como el matrimonio británico que consiguió más de 100.000 libras por una primera edición del Origen de las especies que guardaba sin saberlo en un estante del cuarto de baño de su casa de Oxford.
Para aquellos afortunados que puedan permitírselo, actualmente existe un ejemplar de la primera edición a la venta en internet por el módico precio de 93.000 euros.