En el pasado, varios estudios científicos han confirmado lo que incluso el PSOE sospechaba: a igualdad de condiciones, un candidato atractivo logra más apoyos del electorado que uno menos agraciado. Y no sólo eso, la ciencia ha apuntado en otras ocasiones que la gente guapa recibe mejores notas y gana más dinero por su cara bonita.
Ahora, un nuevo trabajo publicado por investigadores suecos y alemanes en la revista Journal of Public Economics da una nueva vuelta de tuerca al argumento: los partidos de derechas acumulan más personas atractivas, básicamente por el hecho de que los guapos ganan más dinero y suelen estar menos a favor de políticas de redistribución. "En base a este razonamiento mostramos que los políticos de derechas son más bellos que los de izquierdas en Europa, Estados Unidos y Australia", apuntan los investigadores del Instituto de Investigación en Economía Industrial de Estocolmo y la Universidad de Munich.
Según explican los autores Niclas Berggren, Henrik Jordahl y Panu Poutvaara, en un entorno de "baja información" sobre programas electorales o propuestas concretas (algo cada vez más habitual en las últimas elecciones), los votantes de derechas "valoran más la belleza" del político.
El experimento fue llevado a cabo en Finlandia y consistió en mostrar a 2.513 voluntarios fotografías de políticos finlandeses e internacionales (europarlamentarios, candidatos al Senado estadounidense y candidatos al Parlamento australiano) para que valoraran su belleza con una puntuación de uno a cinco puntos y dijeran a quién votarían basándose únicamente en su físico. ¿La conclusión? Prácticamente todos los políticos atractivos eran conservadores.
Con poca información, mejor
Analizando los datos, comprobaron que un buen aspecto puede incrementar hasta en un 20% los votos para el candidato de derechas, pero sólo en un 8% para los de izquierdas en escenarios de baja información. Sin embargo, en aquellas elecciones donde los electores disponen de suficiente información, una cara bonita puede garantizar un 14% extra de votos tanto para conservadores como para progresistas.
"Una explicación más general podría ser que la gente bien parecida es más probable que perciba el mundo como un sitio justo, dado que han sido tratados mejor que otros, han alcanzado un mayor estatus y son más felices", dicen los investigadores, "y una razón frecuente para que la gente simpatice con la izquierda es que tienen una percepción del mundo como un lugar injusto".
Otro resultado sorprendente de este estudio es que, cuando los electores dudan sobre la ideología de un candidato, acaban usando su imagen como oráculo, y así, los candidatos más atractivos suelen ser clasificados como más conservadores.