No se trata, precisamente, de la última innovación anunciada por Apple o Samsung para sus próximos teléfonos inteligentes. De hecho, la compañía fabricante es la china Changhong, que ha presentado en el reciente CES celebrado en Las Vegas el H2, un smartphone equipado con un singular y nuevo sensor: un escáner molecular.
De esta forma, los propietarios del flamante H2 podrán conocer la composición química de alimentos y medicamentos. Todo, gracias al SCiO, un sensor desarrollado en 2014 por la compañía israelí Consumer Physics y que ahora se adapta por primera vez a un teléfono móvil para dar información como el contenido de azúcar en la fruta o los componentes activos de un medicamento.
Si bien enfocar con el móvil una manzana y que en la pantalla aparezca el porcentaje de azúcar que contiene parece más bien ciencia ficción, el sensor situado en la parte trasera del H2 se basa en la espectroscopia del infrarrojo cercano (NIRS por sus siglas en inglés) para escanear objetos sólidos o líquidos y aportar información sobre su composición.
Esta técnica, que utiliza la absorción de una determinada longitud de onda, es utilizada en el campo médico para medir el flujo sanguíneo o incluso detectar tumores sin llegar a utilizar métodos invasivos. De hecho, el H2 no solo permitirá saber algo más sobre los alimentos que comemos o sobre lo que tomamos al medicarnos, sino que su sensor también puede aportar algo de información sobre nuestro propio cuerpo. Tanto es así que, en el propio vídeo de presentación del nuevo smartphone, uno de los casos de uso mostrados pasa por enfocar nuestro brazo con el SCiO para saber cuál es el porcentaje de grasa que acumulamos en él.
De esta forma, este dispositivo de 6 pulgadas podría ser el compañero perfecto no solo de todos aquellos usuarios que se preocupen por su alimentación, sino también de los amantes del deporte que deseen controlar su estado físico (o de aquellos que quieran tener algo de cargo de conciencia mientras se comen un helado cuyas calorías es posible cuantificar con el H2).
Sin embargo, por ahora el dispositivo solo será puesto a la venta en China. Mientras tanto, quienes quieran disfrutar de las bondades del sensor SCiO pueden adquirir uno a través de la propia Consumer Physics. Si bien supone llevar un gadget más en el bolsillo (del tamaño de un mechero, eso sí), este dispositivo es compatible con iPhone y teléfonos con Android superior a la versión 4.3 y es capaz de escanear los mismos objetos que el H2 aportando la misma información.
Aunque la propia compañía advierte de que los resultados no son fiables al cien por cien, adquirir tan solo el sensor puede ser más económico. No en vano, el H2 (que será lanzado al mercado asiático en el próximo mes de junio) costará algo menos de 500 dólares (unos 450 euros al cambio actual), mientras que es posible hacerse con el sensor por 299 dólares (unos 280 euros). En cualquier caso, más barato que los escáneres NIRS industriales utilizados para la medicina o para controlar la calidad de los fármacos, cuyo precio ronda los 10.000 euros.