Al filo de las ocho de la tarde en los alrededores de Brazatortas, Ciudad Real, cerca de más de media docena de operarios de Adif seguían investigando las causas del descarrilamiento del AVE Sevilla-Barcelona, que esta mañana ha obligado a unos 400 pasajeros a esperar unas dos horas y media a un tren de sustitución.
Los trabajadores de Adif, que han visto interrumpida la investigación por los intermitentes chaparrones que han caído sobre esta zona manchega, limítrofe con Andalucía, se agolpaban frente al vagón número ocho, donde se ha salido el rodal que ha acabado provocando el descarrilamiento del convoy.
¿Por qué descarrila un tren? En general, porque el impacto con un objeto en la vía o la rotura de algún componente del tren o de la infraestructura fuerza a una o varias ruedas a salirse del raíl. En nuestras historia reciente ha habido ejemplos funestos -como el del Alvia de Santiago de Compostela en 2013- en el que un exceso de velocidad fue el causante de este desenlace, pero las circunstancias no están tan claras en el incidente de este viernes, en el que afortunadamente no ha habido heridos.
Desde Renfe han achacado el suceso a "una incidencia que ha provocado la salida de un rodal", sin especificar mucho más.
Un empleado de mantenimiento en Adif -ajeno a los trabajos a pie de campo- explica a EL ESPAÑOL que "hasta mañana no sabremos nada, ese tipo de información la dan los jefes de base".
Algunos pasajeros han insinuado que un objeto en la vía ha podido desencadenar la salida del rodal que ha provocado el descarrilamiento. "De repente sonó un golpe, como si hubiéramos chocado con una piedra o algo", ha explicado uno de ellos a EL ESPAÑOL. Javier Ronda, un periodista de Canal Sur que iba a bordo del AVE accidentado ha compartido en Twitter una entrevista en vídeo a otro pasajero, que también manifestaba que fue "como si hubiera habido una piedra grande en la vía".
Sin embargo, otras voces han hablado de un problema de mantenimiento, que se sumaría a otros incidentes ocurridos recientemente en otros puntos de la línea Madrid-Sevilla a su paso por las provincias de Ciudad Real y Toledo.
A menos de un kilómetro del lugar donde todavía descansan los dos trenes unidos (uno salía de Sevilla y el otro de Málaga, uniéndose ambos en Córdoba), el encargado de la gasolinera Galp explica que a lo largo de todo el día ha habido "mucha ida y venida de Adif y de la Guardia Civil", y que según ha escuchado, "parece ser un fallo del vagón, o de una rueda o del eje", y que por tanto, "no se atribuiría al mantenimiento de las vías sino a la propia máquina o a la calidad del material de las ruedas".
En cualquier caso, habrá que esperar al informe definitivo.