El terremoto que comenzó con el despido de Manuel Hidalgo, uno de los investigadores más prestigiosos contra el cáncer de España, de su puesto como director del Programa de Investigación Clínica del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO), esta lejos de calmarse. Tras una primera demanda por las condiciones de la ruptura de la relación laboral que dio la razón al centro, el científico demandó por acoso a la directora, María Blasco, y al gerente, Juan Arroyo, en un pleito que quedaba sobreseído el pasado abril. Ahora abre un nuevo frente presentando una querella por estafa.
Hildalgo (Antequera, Málaga, 1968), se formó en la Universidad de Navarra, la Autónoma de Madrid y la Johns Hopkins de Baltimore, EEUU, antes de entrar en el CNIO como jefe de programa clínico. Se trata del centro de referencia para la investigación oncológica en España y parte de la red de excelencia Severo Ochoa que agrupa a los organismos de I+D punteros del país. Los problemas empezaron en 2015 cuando fue nombrado director del Centro Clínico de Cáncer del Beth-Israel Deaconess de Boston, vinculado a la Universidad de Harvard, de la que es catedrático.
Ese mismo año, el oncólogo fue designado como Investigador Principal (PI) del programa ERC-AVATAR, con una dotación europea de 2,5 millones de euros a cinco años para mejorar los tratamientos del cáncer de páncreas. Los 'avatares' son ratones a los que se les injerta el tumor específico de cada paciente y en los que se prueban combinaciones de fármacos. Para el 5 de diciembre de 2016, cuando se produjo se despido de Hidalgo, se habían generado 200 de estos "modelos múridos" en cooperación con centros médicos de la Comunidad de Madrid.
El motivo alegado para el despido disciplinario era que la presencia del investigador había pasado a ser "prácticamente inexistente" desde que comenzase a compaginar el proyecto con su puesto en Harvard. Hidalgo había visto rechazada la compatibilidad por la Oficina de Conflicto de Intereses y tampoco se habían llegado a acordar reducciones de jornada que satisfaciesen a ambas partes, al valorar el centro que sería horas insuficientes para liderar un equipo de 90 personas. Le reprochaban en la carta de despido que, "desde el 16 de agosto", solo hubiera acudido cuatro días a trabajar a la semana "por un total de 7,5 horas de trabajo", con lo que no alcanzaba "el 50% de las horas de su jornada laboral".
El proyecto quedaba el aire, porque el ERC estaba asociado a su PI, no a la Institución Huésped (HI). "Si no, no hubiese podido llevármelo al Hospital de Fuenlabrada" - explica el oncólogo a EL ESPAÑOL. El traslado no se completó hasta mayo de 2017 y ese mismo junio la UE aprobó que el Proyecto ERC AVATAR continuase en el hospital madrileño. El ensayo se ha estado realizando en pacientes con "cáncer pancreático metastásico resistente al tratamiento estándar", con el objeto de comprobar la hipótesis de que "un tratamiento personalizado integrado", ensayado en los ratones", consigue mejoras de supervivencia en comparación con un tratamiento convencional".
Sin embargo, la continuidad del ERC implica la confirmación de las condiciones impuestas por el European Research Council, y eso incluye validar que en el informe del primer periodo de valoración, entre el 01/10/2015 y el 30/04/2017, el investigador principal ha dedicado el 50% de su tiempo al proyecto, así como el 50% de sus horas laborales a ejercer en la Unión Europea. Según el texto de la querella, el centro ha "faltado a la verdad" en sus comunicaciones con la UE desde el momento que "acepta la justificación de las horas que aparecen en ese documento" y que contradicen la causa de despido del investigador.
"O no cumplía el 50% de horas dedicadas al proyecto o sí las cumplía" - comenta Hidalgo con humor. "Una cosa o la otra, las dos pueden ser". El texto de la denuncia acusa al centro de aceptar el cómputo de horas para seguir cobrando una subvención de de 550.855,00 euros que, según el demandante, debían haber sido restituidas a la UE. Hidalgo planteó el pasado abril al director del Instituto de Salud Carlos III, de quien depende el centro, que su despido debía ser considerado improcedente o de lo contrario se querellaría. "Lo mío no deja de ser un asunto personal, pero aquí estamos hablando de dinero público" - sostiene.
El CNIO niega cualquier irregularidad
Desde el Centro de Investigación se reafirman en la versión original sobre la ruptura con el oncólogo, esgrimiendo la sentencia que ha considerado como "procedente" el despido de Hidalgo y que, según el científico, está en proceso de recurso. El fallo calificaba de "totalmente desleal frente a la empresa" su comportamiento por hechos como el de negar en septiembre de 2016 que trabajaba en Harvard cuando sí lo hacía o el solicitar la reducción de jornada para ocuparse de sus hijas cuando él residía en Boston y ellas, en aquella época, en Madrid.
A partir del cese de Hidalgo en el CNIO en diciembre de 2016 y hasta el traslado efectivo del proyecto ERC el 1 de mayo de 2017, se produjo una situación "extraordinaria", en palabras del centro. En situaciones normales, explican, el ERC se "suspende" hasta que la situación anómala se solucione. Pero el caso concreto del AVATAR se permitió su continuidad al tener un ensayo clínico asociado en marcha, con pacientes ya reclutados a los que había que atender y otros en proceso de ingreso. "El CNIO en ningún momento ha realizado disposiciones de fondos del Proyecto ERC que no hayan contado con el consentimiento del hospital de Fuenlabrada"
Como entidad promotora, el CNIO garantizó "la continuidad de la actividad asociada al ensayo cubriendo los gastos incurridos" hasta el traspaso, en contacto directo con la "Comisión Europea" y con el dictamen favorable de "una auditoría externa conforme a la normativa de la UE". El desglose corresponde a "personal investigador contratado para llevar a cabo el proyecto, gastos del tratamiento y análisis de las muestras de los pacientes, costes del mantenimiento de los ratones avatar..."
¿Cómo explicar entonces la discrepancia de horas? "La justificación horaria fue elaborada por el propio Dr. Manuel Hidalgo, quien envió este documento bajo el membrete del Hospital Universitario de Fuenlabrada (HUF) a la Comisión sin conocimiento alguno por parte del CNIO" - alegan. "Posteriormente el Dr. Hidalgo adjuntó este mismo documento como un anexo a toda la documentación que subió a la plataforma online europea para justificar el traslado, y la justificación final que lo incluye fue realizada por el HUF". Finalmente, el centro añade que solo tienen conocimiento de una demanda admitida a trámite, que fue el pleito por el despido que se falló a su favor.
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