En 2014, un estudio español publicado en la revista PLoS Genetics ponía el foco sobre un extraño fenómeno: parecía haber una relación inversa entre la posibilidad de padecer ciertos tipos de cáncer y tener alzhéimer, una de las enfermedades neurológicas degenerativas más frecuentes en personas mayores. Ahora, un nuevo trabajo del mismo equipo -dirigido por el investigador del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) Alfonso Valencia- va más allá y pone nombres y apellidos a esa conexión.
El estudio, publicado en Scientific Reports, profundiza en la relación entre la enfermedad de Alzheimer y un tipo de tumor cerebral de muy mal pronóstico, el glioblastoma. Para ello, han utilizado datos de cáncer de pulmón como referencia y han aplicado una nueva metodología metaanalítica explícitamente desarrollada para este caso por el Centro Nacional de Supercomputación.
Así, mientras el estudio confirma que los pacientes de alzheímer están más protegidos frente al cáncer de pulmón, también pone de manifiesto que esta enfermedad degenerativa aumenta el riesgo de aparición de tumores cerebrales.
El primer dato podría explicarse por la disminución del aporte energético y la generación de especies reactivas de oxígeno (ROS) por la alteración de la función mitocondrial; el segundo, por cómo esta alteración establece un estado inflamatorio crónico en el cerebro.